Visto y no visto. El derbi con el mejor cartel de la historia, con los dos equipos canarios invictos y colíderes de la ACB, duró solo diez minutos. Éste fue el tiempo que necesitó el Herbalife Gran Canaria para salir, apretar los dientes y pasar el rodillo sobre el Canarias con un Javier Beirán en estado de gracia que con cuatro triples casi consecutivos estableció una renta que el rival aurinegro nunca supo contrarrestar. El Granca, que nunca ha perdido en el Centro Insular ante un conjunto de Tenerife, no solo sigue mandando en el baloncesto canario; ahora, con un cuatro victorias en cuatro jornadas sin mácula también lo hace, junto a Madrid y Barça, en la Liga Endesa.

No fue el mejor partido ni el más acertado para los amarillos, con momentos rayando en la locura. Tampoco importó. El Granca es un equipo poderoso, un ´grande´ de esta liga, que primero marca el ritmo que más le conviene y después acaba con el rival a partir de la inspiración de su extensa plantilla. Un día puede destacar Brad Newley -como ante el Murcia- otro Nacho Martín -como sucedió en Bilbao- y al tercero resurge la figura de Javier Beirán para destrozar a base de triples y, casi sin fallos, el aro rival. Ayer le paso al Canarias y es que esta versión del conjunto claretiano es muy difícil de defender. Los oponentes no saben por donde llega el peligro amarillo.

El alero madrileño, más atrevido en su juego e igual de intenso, ha dado un paso al frente con la lesión de Hansbrough para redescubrir su esencia como especialista en el triple. Ayer, de nuevo en el quinteto inicial, trazó una de sus mejores actuaciones a partir de un primer parcial casi perfecto -con cuatro triples, 13 puntos, tres rebotes y 16 de valoración- en el dejó al Canarias sin aíre, noqueado y sin ningún tipo de confianza en su juego.

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