No hay duda, Masoud es el MVP de la UD Las Palmas. No hay otro jugador que haya contribuido más que él. Ya suma cinco asistencias y dos goles, y ha participado en el primer tanto de las cinco victorias ligueras. Y eso que, por su tardía incorporación y la convocatoria de Irán, solo ha disputado ocho de los catorce partidos oficiales que ha jugado la UD hasta ahora.

En el empate a cero es el rey. Cuando la responsabilidad pesa más, cuando otras piernas se agarrotan, las suyas están sueltas. Ahí se mueve como pez en el agua. Y es que el iraní se ha convertido en especialista en abrir la lata. En los cinco partidos que ha ganado la UD en Liga, Masoud ha participado en el primer gol. Ante el Jaén marcó de cabeza, y sus otras cuatro apariciones en la estadística han llegado en forma de asistencia. Aunque ha completado actuaciones sin brillo, incluso se puede decir que las estadísticas están por encima de su notable rendimiento, solo ha sido sustituido en dos ocasiones. Es de esos jugadores con la capacidad para cambiar un partido de un fogonazo. Es conveniente tenerle siempre en el campo.

Acostado en el perfil izquierdo, recibe allí la impagable ayuda de Xabi Castillo. El vasco ejerce de extremo en muchos ataques, abre el campo y permite que el iraní disponga de libertad para irse al medio, donde su influencia crece. Mientras más compañeros tenga a su alrededor, más peligroso es. Y es que sus goles y asistencias no tienen un patrón común. Son de todos los colores. Con la derecha, con la izquierda, con la cabeza, pases con efecto, envíos en largo, asistencias al espacio... su gama de recursos es muy amplia.

De goleador a asistente

Sus primeras dos apariciones en las estadísticas amarillas llegaron en forma de goles. El primero en su debut, con un punto de surrealismo. Fue en la Nova Creu Alta cuando se lanzó al césped en plena línea de gol para evitar el despeje de un defensa. En el segundo, ese mismo fin de semana y ya en Liga, aprovechó un centro de Aranda para anticiparse a su par y cabecear a bocajarro en el corazón del área.

Aunque nunca ha sido un mediapunta que esté peleado con el gol, dos tantos en dos partidos eran engañosos. Él llegó a Gran Canaria para dar asistencias y la semana siguiente en Gerona lo demostró. Con empate a cero en el marcador lideró un contragolpe desde el perfil derecho y habilitó a Máyor. Lo hizo con un pase que tenía el efecto justo para que no lo interceptara ni el defensa ni el portero.

Dos jornadas después levantó la vista y encontró a Aranda con un envío en largo. El andaluz hizo el resto mareando al defensa. No ha sido la única asistencia desde su campo, pues en El Molinón le puso el balón en profundidad a Chrisantus con la cabeza. Los dos repitieron conexión más tarde, cuando el nigeriano remató en el segundo palo un pase desde el perfil izquierdo del iraní. Ese fue marca de la casa, acomodando el pie con sutileza por debajo del balón.

Este sábado su asistencia también llegó desde la zona en la que aparece en el dibujo táctico, pero más pegado a la línea de fondo. Bailó a Nagore y atendió a la llegada desde segunda línea de Vicente. Una con pierna izquierda, una con la cabeza y tres con la derecha. Solo Chrisantus ha repetido como receptor de sus regalos. Masoud tiene caramelos para todos, y gracias a eso la UD engorda su listado de puntos.

Una pena sus viajes con la selección iraní.