El Bayern de Múnich cumplió con su papel de favorito ganando en Pilsen y así igualando la racha de victorias consecutivas del Barcelona en el máximo torneo continental de clubes con nueve triunfos consecutivos, con lo que se aseguró una plaza en los octavos de final.

El Bayern dispuso de la pelota y asedió durante buen parte del primer tramo del partido la meta defendida por Kozacik, que fue el mejor de su equipo.

Lo trataron los bávaros por las bandas, con el lateral austríaco Alaba haciendo daño por su lado izquierdo, y un Götze penetrando por el derecho.

Pero el concierto de pases de los blancos, que así era hoy la indumentaria del Bayern, no se veía traducido en ventaja en el marcador.

Y es que la solidez defensiva de los checos, que bloquearon bien los temidos contraataques del Bayern, impidió el desequilibrio en el marcador, y obligó al equipo visitante a intentar los disparos de media distancia, sobre todo en las botas de Kroos, Schweinsteiger y Ribery.

El Pilsen no se acobardó y, a diferencia del encuentro en Múnich, dispuso de varias ocasiones de marcar, siendo la más clara la internada de Tecl al poco de comenzar el encuentro, ya que fue derribado en el área, sin que el colegiado español Lahoz decretara la pena máxima.

También Kolar la tuvo de cabeza en el minuto 36, en otro centro mágico del capital Pavel Horvath, que hoy fue otro jugador destacado de los checos, y alguna ocasión de Petrzela.

Salieron más enchufados los de Pep Guardiola en la segunda mitad y dispusieron de tres ocasiones claras de romper el empate, en la botas de Lahm (min.49) -que el defensa Cisovsky salvó bajo los palos-, Müller (min. 52), Ribery (min.54) y nuevamente del francés en un mano a mano con Kozacik, que el cancerbero eslovaco salvó milagrosamente.

Guardiola quiso acabar con el suspense y dio entrada a Mandzukic y Javi Martínez, por el hoy ineficaz Müller y un cansado Schweinsteiger, respectivamente.

Y fue el croata el que, a los ocho minutos de entrar, marcó de cabeza tras un buen pase de Lahm.

Götze pudo rematar el encuentro en el minuto 81, pero el portero Kozacik le impidió encarar la portería y marcar a placer, obligando a un pase que Mandzukic no supo resolver.