Pendientes del amuleto dorado. Cuestión de estado para el estratega Lobera. Un portaaviones grancanario esperando al ejecutor. El centrocampista malacitano Antonio Galdeano Benítez, Apoño, que causó baja en la última jornada liguera ante el Hércules, que se saldó con la tercera derrota del campeonato, se ausentó ayer del trabajo con balón en el maltrecho césped del estadio de Gran Canaria.

El ex de Málaga y Zaragoza, que lleva un tanto en su expediente [logrado de penalti ante el Girona], completó únicamente los primeros quince minutos de la sesión de trabajo. Conversación con Lobera, carreras, ligeros toques con el esférico, en solitario, y a la ducha.

Aquejado de un golpe en una de sus rodillas, sumado a un dolor en la zona muscular del abductor, la presencia de Apoño, en el próximo duelo liguero ante el Mirandés [este sábado y desde las 19.00 horas en el Gran Canaria, con las cámaras de la TVC] es una incógnita. El pulso ante el cuadro burgalés, liderado por el aplomo del veterano Nagore y de la fantasía de Pablo Infante, podría ser la tercera ausencia del malacitano de amarillo. En las dos anteriores, ante el CD Lugo y el Hércules, los de Lobera sucumbieron de forma estrepitosa.

Desde el club amarillo, a pesar de su ausencia en la primera sesión de trabajo, se muestran esperanzados de contar con el concurso del futbolista amuleto. Hoy tendrá sesión de masaje regenerativo y el miércoles, en la sesión de trabajo a puerta abierta en Barranco Seco, será el momento clave. Lesionado ante el Alcorcón, hace dos jornadas, cuando malogró un penalti, Apoño encadena nueve días fuera de combate. Apoño ha participado en siete partidos de Liga y uno de Copa, y el equipo contabiliza seis victorias y dos empates.

La intención del jugador será apurar al máximo para no perderse un nuevo pulso liguero. Dotado de un rango y mando importante, el nervio de Apoño es uno de los pilares básicos del vestuario. Ayer, dialogó con Lobera, por espacio de quince minutos, para dar todos los detalles de su nivel físico. Apuesten por su mejoría. El ejecutor desea aniquilar al rocoso Mirandés.

´Loberina´, como es tradición

La primera sesión de la semana, tras el varapalo del José Rico Pérez, comenzó con la tradicional charla del técnico Sergio Lobera con todo el plantel [incluido los lesionados como Carlos Aranda o José Artiles]. Tras hacer carrera continua, la plantilla, con la ausencia de Masoud, que se encuentra concentrado con la selección de Irán, afinó la puntería. Lluvia de misiles en el Gran Canaria. Bombardeo ante Barbosa, Raúl Lizoain y Dani Lorenzo. Medicina para poner fin a la falta de pegada y regresar a la zona noble de la tabla de Segunda. Por su parte, Javi Castellano, que no viajó a Alicante con la UD, al contar con unas décimas de fiebre, se retiró antes de tiempo.

Como nota destacada, ayer se presentó en el entrenamiento toda la cúpula del club -salvo el director deportivo, Toni Cruz-. El presidente Miguel Ángel Ramírez, así como el secretario técnico Milovanovic y el asesor presidencial Juanito, siguieron al detalle el trabajo.