Desde el duro 3-0 del capítulo de ida de las semifinales de Copa del Rey en el derbi madrileño del estadio Santiago Bernabéu, Diego 'Cholo' Simeone, que aquel día cambió el sentido de su pizarra en el Atlético de Madrid, prepara una 'venganza táctica' sobre el Real Madridde Carlo Ancelotti.

Si hay una virtud como punto de partida para recuperar la grandeza del Atlético de Madrid, ha sido el rigor táctico de Simeone. Desde su pizarra se ha reconstruido un equipo, que con orden, máximo provecho de las acciones a balón parado y disciplina en el dibujo, ha ido construyendo su mejoría. La calidad técnica y la motivación han hecho el resto para pasar a ser el equipo ganador que es en la actualidad.

Tras años de desilusiones en los enfrentamientos ante el gran rival, la final de Copa del Rey en el Bernabéu fue el culmen de la 'era Simeone'. La demostración de que el Atlético de Madrid estaba preparado para arrebatar títulos a Real Madrid y Barcelona.

El sistema del 'Cholo', un 4-4-2 en el Vicente Calderón y un 4-2-3-1 en ciertos encuentros a domicilio, se mantiene fiel a un estilo que le ha dado resultado en las finales que ha disputado. Y este encuentro liguero adquiere el tinte de final en el igualado pulso por el título.

Refuerza el factor psicológico y sobre el césped muestra un equipo trabajado que explota como pocos las jugadas de estrategia, que exhibe el conocimiento del técnico de su rival. Enfermo compulsivo del fútbol, Simeone se decide por jugadores que contrarresten las virtudes del conjunto al que se enfrenta e incide en zonas donde se pueden explotar los defectos.

Esa virtud la volvió a mostrar en el duelo liguero de la primera vuelta, pero la dejó en el olvido en Copa del Rey, cuando decidió salir por el balón y apostar por un perfil de jugador distinto en el centro del campo. Es la zona del terreno de juego donde se ha generado la superioridad rojiblanca, el principal punto de estudio de Carlo Ancelotti para volver a cambiar las tornas.

Al técnico italiano le llegó su primer derbi madrileño muy pronto, con un equipo que aún buscaba estilo y sistema. Comenzó en pretemporada con un ofensivo 4-3-3, prometiendo toque y espectáculo. Por las cualidades futbolísticas de sus jugadores lo transformó en un 4-2-3-1 para juntar en el mismo once la calidad de Isco Alarcón, Luka Modric y Mesut Özil. El cambio de mentalidad respecto a José Mourinho era evidente.

Pero dos factores han sido claves en el cambio definitivo: el fichaje de Gareth Bale y la grave lesión de Sami Khedira. Tener a dos de los extremos más rápidos del plantea, Cristiano Ronaldo y Bale, junto al 'eléctrico' Ángel Di María variaba la propuesta inicial. El Real Madrid quiere el balón pero lo juega con velocidad.

Cuando Ancelotti perdió el músculo que aporta Khedira al centro del campo, el juego de su equipo se desató. Regresó a un 4-3-3 con Xabi Alonso como 'mariscal' del centro del campo y una clave en Luka Modric. El croata fue el secreto del éxito del último derbi madrileño. Pudo con todos en cualquier rincón del campo por donde apareció. Roba, construye con velocidad, se asocia con todos y hace daño entre líneas enemigas.

La apuesta ofensiva de Ancelotti está sobre el tapete y no la cambiará. Como mucho modificará un lateral para meter mayor fuerza defensiva con Álvaro Arbeloa, por la derecha si sienta a Dani Carvajal e incluso por la izquierda ante la irregularidad física de Marcelo y Fabio Coentrao. El resto es un equipo que el madridismo comienza a recitar de memoria. Con un tridente que marca registros goleadores para la historia: Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema.

Por ahí se fragua la 'venganza táctica' de Simeone. Con las cartas de su rival sobre la mesa, planteará una 'guerra' en el centro del campo, donde apostará por la fuerza de Gabi y Mario Suárez, sumada a la calidad de Arda Turan y Koke Resurrección. Superioridad numérica en la medular y presión sobre el rival.

Morder a los laterales y atacarlos en superioridad será clave. Los extremos de Ancelotti asumen menos responsabilidad defensiva, y la incorporación de Juanfran y Filipe Luis generará desequilibrio. Para ello, el 'Cholo' debe renunciar a David Villa y Diego Ribas. Los goles los buscarán Raúl García, otro guerrero, y Diego Costa, el referente del ejército rojiblanco.