La no inscripción del Porteño para formar parte de la nómina de los botes (12) que estarán en el calendario de la temporada 2014, ha caído en el mundo botero y en sus incondicionales, los porteñistas, como un auténtico jarro de agua helada. Una noticia ésta que apena a los seguidores de El Loro, aunque la misma no es inesperada, ya que se presagiaba tras los acontecimientos de los últimos años.

Sus seguidores, pues, no podrán ver enarbolada su vela con el número uno y su proa surcando las aguas en la bahía capitalina, al menos en la presente temporada próxima a comenzar. Una retirada obligada por la asfixia económica que ha sufrido en los dos últimos años y que ha acabado con el casco descansando en su anguila en la base náutica Fernando Roque.

El pasado curso el Porteño ya tuvo algunos problemas para que en cada regata saliera con la suficiente tripulación para poder competir y afrontar una regata en condiciones. Se ausentó en tres ocasiones a la cita en la Marfea y acabó siendo descalificado. Su presidente, Rogelio Hernández, trabajó siempre desde la soledad y con el empeño, para que el bote estuviera en condiciones de navegar. Para ello, echaron mano de Pancho Trujillo. El veterano patrón teldense se trajo consigo a un buen número de tripulantes que anteriormente habían coincidido con él en el San José. A pesar de tener algunas buenas regatas, que alegraron a los seguidores del bote de El Refugio, el Loro cerró la temporada con muchos problemas y con un futuro incierto que presagiaba males mayores.

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