Nadie tiene la receta mágica, todos los que se han dedicado a la profesión de meter goles la han sufrido, y todos han salido de ella. Cada delantero tiene sus propios métodos para tratar de salir de una mala racha. Todos ellos se basan en mantener la cabeza fría y no obsesionarse con el gol. Se trata de una cuestión mental, no de cualidades, pues los actuales delanteros amarillos están capacitados para hacer más goles de los que están marcando. Eso es lo que piensan Marcos Márquez, Javi Guerrero y Eloy Jiménez, tres de los más grandes artilleros que ha tenido la UD Las Palmas en los últimos veinte años, y con varios ascensos de categoría en sus botas.

El primero de ellos, que llegó a ser máximo realizador de Segunda División en la temporada 2006/07, incide en el factor psicológico: "Hay que trabajar con los delanteros a nivel individual, liberarles de cualquier ansiedad o cualquier presión que puedan tener. Está claro que son goleadores y han hecho goles siempre, no se van a olvidar de la noche a la mañana. Encamino más el problema hacia el estado anímico. Deben de ir recobrando confianza y encontrando el camino del gol", asegura.

Márquez admite que los delanteros "se obsesionan aunque digan lo contrario, porque viven de eso". "Aunque digas que no estás obsesionado, sí que lo estás. A mí personalmente me obsesionaba, porque tu trabajo con los goles se veía mucho mejor", continúa el ex delantero andaluz, autor de 72 goles en sus cinco temporadas como amarillo.

Y explica el método que llevaba a cabo cuando sufría el mal del delantero: "Cuando sufría estas rachas me iba bien centrarme en trabajar para el equipo, olvidar la portería y esperar a que llegara la ocasión. Y que sea otro jugador el que metiera los goles", comenta.

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