El gol y la estabilidad son los dos objetivos que se marca la UD Las Palmas para el partido que disputa esta tarde (19.00 horas por TV Canaria) en el Nuevo Arcángel frente al Córdoba. Después de dos encuentros mostrando signos de mejoría, una victoria significaría un espaldarazo para revertir una situación que hasta hace muy poco parecía irremediable. Para ello, Sergio Lobera no puede contar con Chrisantus ni con Masoud. Así, el técnico repite la lista de la jornada pasada, y todo apunta a que el once será el mismo que el de los dos últimos duelos.

Desde noviembre, cuando encadenó cuatro victorias en cinco partidos, no vive la UD Las Palmas una situación de estabilidad, de tranquilidad. La temporada ha estado marcada por la irregularidad, sobre todo desde el mes de diciembre, cuando las derrotas ante Zaragoza y Tenerife iniciaron el desastre: una racha de nueve puntos en once encuentros que sacaron a relucir los grandes defectos de una plantilla planificada para el ascenso. Hasta en ocho de esos once encuentros no consiguió la UD perforar la portería rival. Los grandes triunfos logrados en Huelva y La Coruña fueron espejismos. Ahora, la sensación es que con una victoria se dejaría atrás esa travesía por el desierto.

Consolidación del once

Después de dar muchas vueltas como consecuencia de la mala racha, Sergio Lobera parece haber encontrado la receta. Ha sentado a jugadores que eran indiscutibles durante la mayor parte de la temporada, como Aythami Artiles, Vicente Gómez, Nauzet Alemán, Masoud Shojaei y Chrisantus, y ha apostado por dar un giro en su once tipo, pero manteniendo las intenciones, e incluso doblando la apuesta. Con Momo a pie cambiado ha encontrado Lobera a un interior con continuidad en el juego -mucha más de la que aportaba Masoud- y capacidad tanto para conservar la pelota como para desbordar. Tana, en el otro costado, amenaza con su chispa y descaro, mientras que Asdrúbal desempeña el rol que muchas veces cumplía Thievy la temporada pasada. El canterano, con su velocidad e intensidad, busca constantemente el espacio en la espalda de la defensa. Una característica que no da ningún otro delantero de la plantilla. Con estos elementos sobre el campo la UD ya no es tan previsible.

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