El Córdoba ha trazado esta temporada una trayectoria similar a la de la UD Las Palmas. Tuvo un buen arranque, en el que cumplía los pronósticos, pero a partir de diciembre se empezaron a torcer las cosas. Desde entonces, algún resultado que parecía un espejismo, así como la igualdad de la categoría y el colchón de puntos que tenía adquirido les mantenía en la pelea. Mientras el club amarillo optó por confiar en su entrenador cuando los resultados no acompañaban, la entidad blanquiverde eligió cambiar el rumbo. Y ambos equipos llegan a la cita de esta tarde después de demostrar un ligero atisbo de reacción, con cuatro puntos en las dos últimas jornadas, que esperan confirmar en el Nuevo Arcángel.

Para ello, el cuadro de Albert Ferrer cuenta con tres importantes bajas en el centro del campo, las de los que más minutos han acumulado. No estarán Abel Gómez y Luso por sanción, ni tampoco Carlos Caballero, que se lesionó de gravedad hace ya unas semanas. Todo apunta a que Obiora y Pelayo, mediocentros físicos y con recorrido, formarán el doble pivote con López Silva por delante para dar el toque de calidad. El técnico es de la escuela del Barcelona, pero está por ver lo que quiere plasmar en el terreno de juego con las piezas que le ofrece el Córdoba.

Lea la noticia completa en la edición impresa de La Provincia, en el PDF del periódico o en Orbyt