La temporada del Sabadell ha sido toda una montaña rusa. El primer año post Lluis Carreras -el técnico del ascenso, que ahora dirige al Mallorca- se ha caracterizado por su irregularidad. Empezó Javier Salamero al mando, pero en noviembre fue destituido y el cargo lo ocupó Miquel Olmo, que era su ayudante. Recondujo la situación con cuatro victorias consecutivas, pero desde enero protagonizó una desastrosa racha que le tuvo al borde del despido: un punto en cinco partidos. Ahora el conjunto arlequinado ha remontado el vuelo con dos victorias consecutivas, una de ellas a domicilio, su asignatura pendiente esta temporada, pues son el tercer peor visitante de la categoría con solo once puntos.

Con Miquel Olmo el Sabadell mantiene su apuesta de la temporada pasada, una filosofía de controlar los partidos y organizarse en el campo a partir del balón, un argumento que le viene bien a la UD Las Palmas. Y es que si el equipo amarillo es capaz de conservar la pelota, el Sabadell sufrirá, pues es un conjunto sin grandes argumentos defensivos. De hecho, esta temporada han encajado 39 tantos, por lo que son el cuarto equipo más goleado de la categoría. Sin embargo, en esta buena racha que han cosechado la fiabilidad defensiva es una de sus armas al dejar la puerta a cero en tres encuentros.

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