El español Alberto Contador (Tinkoff Saxo) vuelve a un primer plano, tras demostrar que se encuentra en un gran momento de forma con su victoria en el alto de Cittarele Selvarotonda, en la cuarta etapa de la Tirreno-Adriático, que lidera el polaco Michale Kwiatkowski (Omega Pharma).

Tras Contador, que es segundo en la general a 16 segundos, cruzaron la línea de meta el colombiano Nairo Quintana (Movistar), que llegó a un segundo y fue el único que aguantó el tirón final del español; mientras que el también español Daniel Moreno (Katusha) y el polaco Kwiatkowski, que logró conservar la camiseta de líder, quedaban ligeramente descolgados.

Fue una jornada dura y larga, con 244 kilómetros entre Arreze y Cittarele Selvarotonda, con subidas sin apenas tiempo para recuperar, especialmente en la parte final, que tuvo tres altos de montaña y llegada en la cima de Selvarotonda, donde Contador impuso su fuerza y experiencia a la nueva promesa del ciclismo mundial como es el colombiano Nairo Quintana (Movistar).

Un duelo esperado al ser grandes escaladores y por ello que Moreno y Kwiatkowski, que en la parte final de la carrera estuvieron atentos a esa lucha entre español y colombiano, se limitaron a conservar fuerzas para seguir desde cerca la estela de los dos protagonistas del día.

Un final explosivo que remataron Contador y Quintana en una jornada movida desde los primeros kilómetros con una escapada que se produjo prácticamente en la salida, en el kilómetro 12, cuando quedaron al frente del grupo Mondory (Ag2r), Lutsenko (Astana), Fortín (Bardini), Brandle (IAM) y Belkov (Katusha).

Buen entendimiento entre los escapados que llegaron a abrir un hueco de hasta siete minutos, en el kilómetro 130, a las primeras rampas del Forca di Cerro. Diez kilómetros de ascensión con desniveles entre el cinco y nueve por ciento.

Una subida que sirvió para que los grandes, los aspirantes al título final, comenzaran a descubrir sus cartas y al mismo tiempo se viesen las debilidades de otros como el holandés Robert Gesink (Belkin), al parecer por problemas de orina.

El primero en salir a escena fue el Movistar de Nairo Quinta y tras éste el Lampre del campeón del mundo Rui Costa. El Omega Pharma del líder, sin hacer esfuerzo, lograba seguir la marcha de sus rivales, a los que fueron neutralizando poco a poco.

En la subida a Cittareale Salvarotonda, empezó el mano a mano entre Contador y Quintana que terminó por decantarse del lado del español; mientras que el polaco Kwiatkowski salvaba un día complicado y conservó la camiseta de líder.