Onán Barreiros, de 32 años y regatista de élite del Real Club Náutico de Gran Canaria, ultima en estos días la preparación para la gran cita de Santander junto a su tripulante, Juan Curbelo, de 22 años.

El 11 de septiembre comienza el Mundial de vela de clases olímpicas, competición que se celebra cada cuatro años para establecer qué países tendrán una plaza en los próximos juegos olímpicos.

Barreiros y Curbelo navegan en la clase 470, en la que el primero atesora una gran experiencia. Con su anterior compañero, el también regatista del Rcngc Aarón Sarmiento, participó en los dos últimos Juegos Olímpicos y llegó a situarse tercero del ranking mundial.

Juan y Onán llevan sólo un año juntos, pero en este tiempo han conseguido situarse en el top ten de la clase. Un nuevo barco al que han bautizado Anye, velas nuevas y otras novedades, además de una exhaustiva preparación física e intensos entrenamientos en el agua permiten al deportista tener buenas vibraciones respecto a la cita santanderina.

"Si toda la semana nos viene de cara, no vamos a tener problemas para estar entre los cinco primeros. Hablamos de una clase olímpica, no es fácil, pero en el Europeo de Atenas fuimos muy rápidos y ahora estamos en un estado de forma muy bueno", comenta Onán antes de su marcha hacia Santander.

Pero una campaña olímpica es cara y pese al apoyo de su club y los patrocinadores que ya adornan el casco del Anye, Barreiros y Curbelo no pudieron acudir este verano a Brasil para entrenar en el campo de regatas de las próximos juegos olímpicos con las 20 mejores tripulaciones de 470 del mundo.

Barreiros y Curbelo buscan patrocinadores. "Necesitamos estar en igualdad de condiciones con los mejores y poder entrenar y participar en competiciones a las que no estamos yendo; el dinero también es para investigar en materiales".

El experimentado deportista asegura que no descansará hasta tener una medalla olímpica. A ese patrocinador que invita a unirse a su proyecto le ofrece la repercusión que conlleva competir en la élite de la vela internacional. "Si ganamos una medalla olímpica, que es nuestro objetivo, poder estar con nosotros y ser partícipes de ese sueño creo que no tiene precio".

La pareja, además, es muy activa en las redes sociales (3.200 fieles la siguen en Facebook) y muy imaginativa a la hora de idear fórmulas para captar seguidores, como aquel reto que les obligó a posar desnudos en su barco, que resolvieron con elegancia y que, además, dio la vuelta al mundo.

En los últimos cuatro campeonatos internacionales Juan y Onán han estado entre los diez primeros clasificados y el último Europeo lo estuvieron ganando hasta casi el penúltimo día. El reto ahora es mejorar en su camino hacia Brasil.