"Hemos fallado tiros claros, parecía que era una cuestión psicológica". Palabra de Aíto García Reneses. Y así, sin rodeos ni subterfugios, el entrenador subrayó una de las claves que desnivelaron la balanza durante el partido que midió las fuerzas, el domingo, entre el Real Madrid y del Herbalife Gran Canaria en el Barclaycard Arena. Porque si la proa del equipo claretiano se fue a pique fue por unos deficientes números en ataque, no por la dificultad de contener todas las posibilidades ofensivas, que son muchas y de mucho talento, del rival.

Fue en el tercer cuarto, parcial que arrancó con cinco puntos de ventaja para el Granca en el marcador (38-43), cuando se desplomó el conjunto de García Reneses. En ese periodo se le hizo de noche camino del aro contrario. Entre el minuto 20 y el 30 del pulso ante el Real Madrid, sólo sumó dos puntos -tras una canasta de Levon Kendall- y firmó unos porcentajes de acierto para olvidar: sólo anotó uno de los 16 tiros de campo que intentó (1/7 en lanzamientos de dos; 0/9 en triples).

Esos guarismos, además, también revelan un desequilibrio a la hora de elegir alternativas, tras el descanso, para atacar la zona rival: se intentaron más triples (9) que tiros de dos (7), una fórmula diametralmente opuesta al guión original, ya que en los primeros veinte minutos del duelo el Granca sólo probó su acierto más allá de la línea de 6,75 metros en seis ocasiones frente a los 25 lanzamientos realizados dentro de la zona.

Malos inicios

Tanto desbarajuste, salvo que el estreno fuera un simple accidente, recalca que el Granca se encuentra en periodo de pruebas. Una situación de ensayo y error que no es extraña en la carrera de Aíto García Reneses. En su penúltima aventura, al frente del Baloncesto Sevilla -bajo el nombre comercial de Cajasol-, los inicios de curso no dejaron un buen balance de resultados en la hoja de servicios del técnico: en las diez primeras semanas del ejercicio 2012-13, el conjunto andaluz sólo firmó un triunfo y encajó nueve derrotas; y en la última temporada, en el mismo tramo, la cifra de victorias sólo ascendió a cuatro en diez jornadas.

Y mientras el Herbalife busca su identidad como colectivo, la visita al Real Madrid reveló leves detalles sobre la progresión, a nivel individual, de las contrataciones realizadas este verano para reforzar la plantilla. Entre todos los números que dejó el pulso contra el Real Madrid sobresale la floja actuación de Kyle Kuric.

"Mi papel en este equipo será el de tirador", expuso el escolta de Indiana en su presentación como jugador del Granca, allá por el mes de agosto. Dos meses después, en su primera prueba con fuego real, las prestaciones de Kuric estuvieron muy por debajo del nivel esperado: dejó el Barclaycard Arena sin anotar un punto tras fallar las cuatro canastas de dos puntos y los tres triples que intentó. Flojo en ataque, el mal partido del exterior formado en la Universidad de Louisville se completó con un pobre rendimiento defensivo, superado siempre con facilidad por su par -KC Rivers o Jaycee Carroll- sobre la cancha.

De los once jugadores utilizados por García Reneses -Fabio Santana no participó y Oriol Paulí sólo estuvo sobre el parqué durante un minuto y 24 segundos-, sólo Tomás Bellas superó los dobles dígitos en anotación: sumó 13 y fue la pieza más incisiva en ataque de un Herbalife Gran Canaria que firmó la segunda peor suma de puntos conjunta en la primera jornada de la Liga Endesa: 57, sólo mejor que el registro del Montakit Fuenlabrada en su contundente derrota (73-54) ante el Bilbao Basket.

Con este precedente en la mochila, el Herbalife comenzará a preparar hoy -a partir de las 10.00 horas, en el Gran Canaria Arena- el siguiente duelo: la visita del Rio Natura Monbus, primer líder de la ACB tras superar a La Bruixa d'Or (88-64), a la Isla.