La UD Las Palmas regresó ayer a los entrenamientos tras un día de descanso y este martes volverán a tener día libre. Paco Herrera dividió a la plantilla en dos grupos. Por un lado, los jugadores que partieron como titulares en el encuentro ante el Sporting de Gijón y por otro los suplentes y no convocados.

Los primeros realizaron una sesión suave con un test para calibrar su recuperación. Se trata de la prueba de lactato, que sirve para medir el estado físico de los jugadores. En el cuerpo técnico ya avisaron hace dos semanas que iban a bajar el ritmo de los entrenamientos. Tanto la pretemporada como el primer mes la intensidad fue la nota predominante en las sesiones de trabajo.

Sin embargo, en las dos últimas semanas ha ido decreciendo esa tensión para que los jugadores puedan seguir compitiendo en los partidos con las piernas frescas y a un alto nivel físico. Y la prueba a la que se sometieron va en esa línea. Además, realizaron estiramientos, carrera continua y ejercicios en la bicicleta estática.

Por otro lado, los jugadores que no participaron como titulares disputaron un partidillo de entrenamiento ante un conjunto de reservas del filial, Las Palmas C y los juveniles que dirige Santi Calvo. También lo jugaron Juan Carlos Valerón, Guzmán Casaseca y Héctor Figueroa, que disputaron el encuentro del sábado ante el Sporting entrando en la segunda parte.

El entrenamiento acabó con un resultado de 2-0 a favor de los jugadores del primer equipo. Los goleadores fueron el extremeño Guzmán Casaseca y Enrique Castaño, jugador del filial que reforzó a los de Paco Herrera.