Si el fútbol fuera una ciencia, el Betis tendría garantizado un gol de Rubén Castro el domingo. El delantero grancanario, formado en la UD Las Palmas, suma seis goles en los ocho partidos en los que se ha enfrentado a su exequipo. Y lleva siete dianas en siete encuentros en este inicio de temporada. Atendiendo a esta estadística la defensa amarilla tendrá que prestar aún más atención a la referencia del Betis, que a su vez es el tercer máximo realizador en la historia de su club.

Rubén Castro nunca ha tenido compasión con el equipo en el que se formó. Le ha marcado con tres camisetas diferentes, algunos de ellos con celebración de por medio. El tiempo ha apaciguado los ánimos de la afición, que en los primeros encuentros estaba de uñas contra él por un gesto despectivo que tuvo ante la grada antes de irse, pero siempre que ha pisado el Gran Canaria ha escuchado pitos.

El primero de los seis goles llegó con la camiseta del Huesca, otro con la del Rayo Vallecano y los cuatro últimos con la del Betis, equipación con la que siempre ha marcado cuando ha tenido delante a la UD Las Palmas. Y al partido del domingo llega en un gran estado de forma. Es la referencia del conjunto de Julio Velázquez, que no convence a su afición pero se mantiene a tiro del líder gracias a los goles del grancanario. Los demás juegan para él y Rubén responde.

Este domingo tendrá delante a una UD que se está mostrando muy fiable en defensa. El cuadro que dirige Paco Herrera ha encajado seis goles en los siete partidos de Liga, lo que le vale para ser el cuarto menos goleado de la categoría. El técnico extremeño ha repetido la línea de cuatro en todos los encuentros, con David Simón, David García, Aythami Artiles y Ángel López. Los cuatro, además de Raúl Lizoain, tendrán la difícil misión de frenar al delantero más contrastado de la categoría. Y ante su afición. No hay reto más grande en Segunda División.

Contrarrestarle es un desafío tremendo no solo por la estadística. Por su movilidad y su olfato es el mayor peligro de la categoría, con permiso de Sergio Araujo. Ya juegue solo en punta, acompañado por Jorge Molina o volcado a una banda, todos los sentidos de la defensa amarilla deben estar alerta ante el de La Isleta, que es sinónimo de gol.

El primero llegó con la camiseta del Huesca, cuando se encontraba en pleno proceso de maduración. Le costó cuando salió de la UD Las Palmas, pero finalmente logró triunfar en el fútbol español después de múltiples experiencias frustradas en Primera de la mano de Deportivo, Albacete, Racing de Santander y Nástic. Tuvo que dar un paso atrás para dar dos hacia adelante. Así, empezó a levantar cabeza en el conjunto oscense en la temporada 2008/09, en la que anotó 13 goles. Y uno de ellos fue ante la UD. El encuentro se disputó en El Alcoraz, donde dio la victoria a su equipo (2-1) en la segunda parte de la 14ª jornada. Era su quinto tanto del curso. El partido de la segunda vuelta en el Estadio de Gran Canaria fue una banda sonora de pitos hacia el de La Isleta. Y se quedó en blanco (1-1).

Al año siguiente se marchó al Rayo Vallecano, donde coincidió con Pepe Mel, el hombre clave en su consolidación en la élite. Se reencontró con la UD en la undécima jornada en el Gran Canaria, donde los silbidos fueron de nuevo su recibimiento. El equipo amarillo sumó entonces su única vic-toria contra Rubén Castro (2-1), si bien el punta marcó un tanto que puso el 1-1 a falta de diez minutos para el final. En la segunda vuel-ta, su equipo se desquitó con un 3-2 pero el de La Isleta se quedó sin marcar.

Ese verano Rubén siguió los pasos de Pepe Mel y fichó por el Betis, equipo que lideró hacia el ascenso. El paso firme del conjunto verdiblanco se vio frenado por la UD en la séptima jornada. Sumaban cinco victorias y solo una derrota, y en el Gran Canaria empataron 2-2. Rubén Castro puso el 1-2 a diez minutos para el final pero Sergio Suárez igualó para mantener la ilusión intacta en el conjunto de Paco Jémez. En el Benito Villamarín el panorama en la UD había cambiado radicalmente y los béticos golearon 4-1 con otro gol del grancanario, que abrió la lata.

Último precedente en Copa

Desde entonces Rubén Castro ha militado en Primera División, donde anotó 44 tantos en tres temporadas y voces autorizadas del fútbol español reclamaron que Vicente del Bosque le convocara para la selección. Pero el último curso se culminó el desastre bético y el de La Isleta, que volvió por sus fueros en los últimos meses, no llegó a tiempo para evitarlo.

Pese a todo, hace dos años, con Rubén totalmente consolidado como uno de los mejores delanteros del fútbol español, el Betis volvió al Gran Canaria con motivo de la Copa del Rey. La UD Las Palmas, en pleno apogeo de la era Sergio Lobera, miró a la cara a un rival que peleaba por Europa. Pero Rubén Castro cortó todas sus ilusiones anotando el 0-1 en el partido de ida, que acabó empatando Chrisantus en el tramo final.

Y en la vuelta remató la faena poniendo el 1-0 definitivo en el minuto 85, momento en el que la UD todavía soñaba con la heroica de eliminar a otro Primera División. Pero así es Rubén Castro, un delantero sin compasión con el que el equipo amarillo volverá a encontrarse este domingo. Viejos conocidos suyos como Aythami Artiles o Ángel López tendrán la misión de cambiar la racha.