El Herbalife Gran Canaria se lanzó en el segundo cuarto y frenó la reacción del Rio Natura en el último con Walter Tavares y Eulis Báez en pista. Con los dos por dentro fue otra cosa. Compañeros durante más de dos años se entienden y compenetran a la perfección, lo que da otro aire al equipo de Aíto García Reneses. Ya sea con una defensa en zona o individual cerraron todos los caminos a Kleber y Triguero -que se quedó en cero puntos-. Y en ataque se liberan espacio mutuamente para que uno machaque y busque el rebote ofensivo y el otro se mueva con la destreza de un bailarín.

Catalogados con la etiqueta de 'gigante' y 'guerrero', ayer demostraron el por qué. El conjunto de Aíto García Reneses registró un parcial de +23 con el dominicano en pista y de +19 con el caboverdiano. Fueron los encargados de marcar las diferencias. Con ellos sobre la cancha se le apagaron las luces al Rio Natura Monbus, que sucumbió sobre todo en el segundo cuarto y en el inicio del último. El Granca pisó el acelerador en el marcador cuando a mitad del primer cuarto cambió a defensa en zona con Tavares como epicentro. Corbacho, Pumprla y Pozas comenzaron con el brazo oxidado, lo que no pasó desapercibido para Aíto.

Los entrenamientos se notaron sobre el parqué ya que el Granca no concedió absolutamente nada por dentro. Tuvo que aparecer Waczynski con dos triples en un suspiro para descifrar la defensa, pero le dio igual a los amarillos, que se distanciaron en el marcador al final del primer cuarto en base a su defensa. Kleber y Triguero estaban desesperados y el festival continuó en el segundo período.

La fortaleza que habían creado Tavares y Báez, con la ayuda de un enorme O'Leary en tareas poco vistosas, impulsaban al Gran Canaria, que se dedicaba a correr en ataque con unos inspirados Albert Oliver y Txemi Urtasun, que se fueron al descanso con 8 y 6 puntos, respectivamente. En el segundo cuarto cambió la defensa Aíto, pero Tavares y Báez se mantenían firmes mientras Newley y Bellas se sumaban a la fiesta.

Un tapón tras otro

Fue en la reanudación, en el habitual apagón del Gran Canaria, cuando Corbacho empezó a enchufarla desde todas partes y llegó a acercar a los suyos a menos de diez puntos. Hasta que Tavares y Báez se volvieron a hacer los amos del encuentro. Lo del caboverdiano en el inicio del último cuarto fue de otra galaxia. Puso hasta tres tapones que levantaron a un pabellón que se asustó con la reacción del Rio Natura. Y además capturó cuatro rebotes, dos de ellos en ataque, y anotó una canasta.

Sus tapones hicieron más fácil correr y fueron Kuric y Urtasun los que sellaron el triunfo con dos triples. El caboverdiano, sin problemas de faltas, puso las cosas más fáciles al Gran Canaria.