La solidez defensiva que ha mostrado la Unión Deportiva Las Palmas había impedido el protagonismo de los porteros. Ayer, en casa del segundo clasificado, el portero extremeño Casto Espinosa apareció para zanjar cualquier debate en la portería. El arquero amarillo, fichado este verano tras la salida de Mariano Barbosa, se erigió en héroe con mayúsculas en la recta final del encuentro en el momento en que el colegiado señaló un penalti riguroso de Ángel López al impedir, supuestamente, el salto para el remate del delantero rival. Felipe Sanchón, el goleador del Girona y uno de los más letales artilleros de la categoría tomó el balón. Casto esperó bajó palos, acertó las intenciones y atajó un golpeo débil para recluirlo en su pecho. Las Palmas recuperó en ese momento los tres puntos, pero Casto ya había dado muestras de sus habilidades antes. Detuvo un disparo del David García del Girona en la primera mitad, que se colaba por la cepa del poste y atrapó otro de Mata por colocación en la segunda. Además, dominó el juego aéreo. Fernando Bethencourt