El piloto español Fernando Alonso (Ferrari) se ha mostrado resignado con la octava plaza en la parrilla de salida cosechada este sábado en el Gran Premio de Brasil, en una sesión de calificación complicada como fueron los libres, al tiempo que ha rescatado un atisbo de esperanza ya que en Interlagos "una décima de segundo" puede ser clave.

"El resultado de hoy refleja más o menos cómo ha ido todo el fin de semana, aunque aquí una décima de segundo puede ser la diferencia entre quedar quinto o décimo", indicó antes de relatar una sesión de sábado con muchos problemas en su arranque.

"La verdad es que no estábamos listos para salir a la Q1. Salimos a la vuelta de calentamiento sin batería, tuve que recargar, luego en tráfico no sabía quién estaba en vuelta y quién no", explicó.

A pesar del mal comienzo, el piloto asturiano confesó que la calificación transcurrió bien, pero como esperaba, lejos de los primeros puestos. "Los dos compuestos han funcionado bien, pero estoy seguro de que mañana el 'graining' y la degradación nos pondrán las cosas difíciles", indicó.

"Será una carrera larga y, junto a la fiabilidad, el factor clave será la gestión. Como siempre, lo haremos todo lo mejor que podamos para acabar por delante de nuestros rivales y sumar puntos en el campeonato de Constructores", finalizó mostrando su objetivo de terminar de nuevo por delante de los McLaren.