El español Fernando Alonso, doble campeón del mundo de Fórmula Uno, y Ferrari, la escudería más laureada de la categoría reina del automovilismo, que hace cinco años firmaron lo que parecía un matrimonio perfecto, confirmaron este jueves en Abu Dabi la crónica de un divorcio anunciado.

Alonso, nacido hace 33 años en Oviedo y ganador de 32 grandes premios, solo pudo firmar once victorias en las cinco temporadas que militó en la escudería con más solera de la Fórmula Uno, la única siempre presente desde su creación, en 1950; y la que suma más títulos que nadie: quince de pilotos y dieciséis de constructores.

El genial piloto asturiano, que repitió títulos con Renault en 2005 y 2006, de la mano del italiano Flavio Briatore, debutó de la mejor manera posible con la 'Scuderia': ganando su primera carrera a bordo del coche rojo en el circuito de Sakhir.

Fernando entró por la puerta grande en Maranello, al igualar el día de su debut lo que solo habían logrado antes el estadounidense Mario Andretti (en 1971, al lograr el único triunfo que obtuvo en dos años de rojo), el inglés Nigel Mansell (en 1989, el primero de tres en dos años) y su actual compañero, el finés Kimi Raikkonen, en 2007, año en el que logró el último Mundial de pilotos para la 'Scuderia'.

En su primera temporada en Ferrari, Alonso ganó cinco carreras: la citada de Bahrein, más las de Alemania, Italia, Singapur y Corea del Sur. Llegó líder del Mundial a la última prueba, precisamente en Abu Dabi, donde un fallo de estrategia del equipo le sirvió en bandeja el primero de sus cuatro títulos seguidos al alemán Sebastian Vettel, confirmado como sustituto del ovetense en el conjunto italiano.

A partir de ahí, Alonso chocó de forma reiterada con el monoplaza invencible diseñado por el inglés Adrian Newey, el gurú de la aerodinámica, con el que Red Bull festejó cuatro 'dobletes' seguidos. Aún así, Fernando firmó tres subcampeonatos y en 2012 tuvo opciones de ganar el Mundial.

Considerado por muchos el mejor piloto de la parrilla, Alonso sufrió aún mayor decepción este año.

Ferrari no solo no supo adaptarse a su tan reclamado regreso a la Fórmula Uno 'de motor', sino que fue incapaz de diseñar un coche digno, al que solo salvó del más estrepitoso de los ridículos el talento del doble campeón mundial.

Que Fernando Alonso solo haya logrado once triunfos en cinco años en Ferrari suena triste. Pero peor es que durante todo ese tiempo, solo tuvo coche para firmar cuatro de sus 22 'poles' en la categoría reina. En sus dos años triunfales con Renault logró mayor botín que en un quinquenio con el 'Cavallino Rampante'.