Magnus Carlsen, el 'Mozart del Ajedrez', acabó por revalidar ayer en la ciudad rusa de Sochi su corona de Campeón del Mundo de Ajedrez, al imponerse al veterano excampeón, Viswanathan Anand, en la undécima partida, en 44 movimientos, en la que la depurada técnica del astro noruego acabó con las ilusiones del hindú tras la entrega de calidad que hizo éste antes de adentrarse en un complejo final que los analistas y expertos concedían ventaja para el flamante campeón. Carlsen ganó las partidas segunda, sexta y undécima; mientras Anand ganó la tercera, finalizando en tablas las siete restantes.

No hubo necesidad de que se jugara la partida número doce. En opinión de los grandes maestros asistentes al segundo duelo entre Carlsen y Anand, la gran noticia se produjo en la sexta partida en la que Carlsen, con los colores blancos, cometió un error de los llamados históricos, de tal calibre y magnitud, que en sus análisis no se percató de que tras efectuar la jugada 28 perdía dos peones claves y con ello la partida. Pero, lo que son las cosas, Anand cometió todavía un error aún más grave, al no enterarse de esta sorprendente maniobra a pesar de disponer de tiempo suficiente. ¿Pensó que se trataba de una celada, que los peones que Magnus le entregaba eran de los llamados envenenados? Lo cierto es que de ganador pasó a perdedor, y muy probablemente, su estructura psíquica quedó gravemente afectada.

Magnus Carlsen, que el próximo día 30 cumplirá 24 años, está llamado a ser número uno indiscutible del gran tablero mundial la próxima década, no en vano, es un talento formado íntegramente en la era del ordenador, en las nuevas y novísimas tecnologías, como al respecto lo define el mítico Gary Kasparov, uno de los monstruos sagrados de este juego de todos los tiempos junto a Bobby Fischer y Anatoly Karpov. "Carlsen", dice Kasparov, "es un fenómeno de la naturaleza, su progresión con la ayuda de cerebros informáticos de gran potencia es inimaginable". En parecidos términos se manifiesta Miguel Illescas, 8 veces campeón de España, que le cataloga de máquina casi perfecta, por su enorme talento y entrenamiento sistemático.

A todo lo anterior, hay que resaltar que esta maravilla de ajedrecista no se considera un genio, y que, por ejemplo, no le agrada que le digan que es el 'Messi del ajedrez'. Prefiere a Zidane, acaso porque el equipo de toda su vida, desde muy niño, es el Real Madrid, quien por cierto le invitó a hacer el saque de honor en el Bernabéu cuando conquistó el pasado año el título.

¿El futuro de Anand? A sus 45 años, el 'Tigre de Madrás', el dos veces campeón del mundo, todavía luchará por mantenerse en la elite mundial y quien sabe si volverá a sentarse por tercera vez ante su joven rival, nadie lo descarta. La verdad es que su comportamiento en el segundo match ha sido muy superior al de 2013. Ha jugado mejor, ha presentado más problemas a Carlsen. Pero qué duda cabe, ya no es aquel genio que hace una década asombraba en todos los escenarios del mundo.