Las dudas sobre el futuro deportivo de Lionel Messi se han disparado en el Barcelona por su actitud en los últimos días, especialmente tras su ausencia en el entrenamiento el lunes y después de que trascendiese que el futbolista haya comenzado a seguir en la red social Instagram al Chelsea inglés.

Los rumores sobre una posible salida del club del argentino echan más leña al fuego de la crisis del Barcelona y llegan justo cuando la prensa de la ciudad ha aireado las diferencias entre el jugador y su entrenador, Luis Enrique, también en la diana de las críticas de la afición azulgrana. Este lunes, además, el club destituyó a Andoni Zubizarreta como director deportivo, mientras que Carles Puyol, adjunto a la dirección deportiva, anunció su salida del club.

Messi no acudió este lunes al entrenamiento de puertas abiertas del equipo y se justificó a través de las redes sociales aludiendo a una gastroenteritis. Además, el astro argentino tampoco participó en la posterior visita a los hospitales barceloneses que la plantilla azulgrana realiza siempre por estas fechas.

La reacción del capitán del equipo, Xavi Hernández, que calificó en televisión de "excusa" las razones de Messi alimentaron las suspicacias.

Mientras tanto, el presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, comparecerá este miércoles en una rueda de prensa para explicar los motivos por los que ha destituido a su director de fútbol, Andoni Zubizarreta, y anunciar quién será su sustituto hasta el final de su mandato, previsto para junio de 2016.

La intención del presidente sigue siendo pilotar la nave azulgrana lo que resta de temporada y la siguiente antes de presentarse como candidato a las próximas elecciones, pero la crisis institucional, de consecuencias imprevisibles, probablemente no le permita alargar tanto su reinado.

De momento, Bartomeu tendrá que dar muchas explicaciones, no solo de los motivos que le han llevado a echar a Zubizarreta, sino de por qué el club no podrá fichar hasta enero de 2016 después de que el TAS ratificara la sanción de la FIFA por la contratación irregular de jugadores menores de edad.

Como se encargó de recordar el propio Zubizarreta tras la derrota de Anoeta contra la Real Sociedad (1-0), Bartomeu era el vicepresidente deportivo cuando se cometieron dichas irregularidades, afirmación que ha acabado por costarle el cargo como director deportivo.

El presidente del Barcelona no quiso comparecer ante los medios después de que el TAS confirmara la sanción y zanjó el asunto con un vídeo-comunicado en el que calificaba a la misma de injusta.

Este miércoles afrontará una rueda de prensa complicada en la que no solo tendrá que anunciar el sucesor de Zubizarreta -desde el Barça se asegura que el nuevo director técnico será una persona con experiencia y conocimiento de lo que es el club-, sino explicar por qué Carles Puyol también ha abandonado la secretaría técnica y Messi ha tenido ya más de un desencuentro con Luis Enrique.

El astro argentino no se presentó este lunes en el entrenamiento, alegando una gastroenteritis, y dejó plantados a casi 12.000 aficionados azulgranas, en su mayoría niños, que se habían acercado hasta el Miniestadi para ver entrenarse en directo al equipo, especialmente a él.

Descartada, en principio, una comparecencia para convocar elecciones al final de la presente temporada, Bartomeu intentará defender a ultranza su gestión y la labor de Luis Enrique al frente del equipo, y hará un llamamiento a la unidad del barcelonismo, alegando que aún aspiran a todos los títulos esta temporada.

Sin embargo, la realidad es otra muy distinta. El equipo no funciona, la FIFA ha cuestionado el modelo de La Masia y hace meses que la imagen del Barça se ve arrastrada en los juzgados.

Cuando acabe su comparecencia ante los medios, probablemente la más complicada que haya tenido que afrontar desde que relevó a Sandro Rosell en el cargo, a Josep Maria Bartomeu le espera una reunión de la junta directiva (20.00 horas) igualmente complicada.

Toni Freixa, uno de los directivos disidentes a los que el presidente ha relevado de sus funciones -hace unos meses dejó de ser portavoz-, ha pedido una junta extraordinaria para analizar los últimos acontecimientos, y no se descarta que pida al presidente la convocatoria de elecciones para la próxima primavera.