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Entrevista. Entrenador de la UD Las Palmas

Paco Herrera: "La renovación me la tengo que ganar con el ascenso a Primera"

"Estoy seguro de que Valerón volverá a ser determinante en esos momentos en los que el equipo se atasca", anuncia el técnico amarillo

Paco Herrera, entrenador de la UD Las Palmas, posa tras el entrenamiento del equipo amarillo delante del escudo de los vestuarios de Barranco Seco. SANTI BLANCO

¿Cómo llega el equipo a esta fase de la temporada?

Estamos para competir pero, tras el regreso de la vacaciones, nos faltan aún unas dos o tres semanas para obtener el nivel óptimo que deseamos todos.

¿El objetivo es llegar a febrero a tope para abrir hueco?

Efectivamente. Siempre se habla de la importancia de los diez últimos partidos de la temporada y es cierto, pero debemos llegar en plenitud para competir como hemos hecho en la primera vuelta.

En esa mejoría entran los refuerzos. Ya tiene a Viera. ¿Espera otro de manera inminente?

Yo no me he marcado ningún plazo ni es algo en lo que no pienso. Mi objetivo no es pensar en eso, sino pensar en los que estamos y en Jonathan Viera, que ya está aquí.

¿Qué tal ve a Jonathan Viera?

A Jonathan le pasa lo mismo que al equipo y es que le faltan dos o tres semanas. Se le nota quizás un poco más. Lo que sí es cierto es que la calidad que tiene es innegable y aquí lo saben todos mejor que yo. Ahora mismo ya está para aportar cosas y para que podamos contar con él. Si lo creo conveniente nos ayudará sobre todo en los partidos que se nos atasquen y en los que nos esperen detrás de la pelota. Tiene esa calidad y nos será útil.

El club ha liberado una ficha y desde Granada apuntan que Ortuño está cerca. ¿Es cierto?

Tengo poca información, porque no quiero entrar en eso. Yo le di a la dirección deportiva una idea del tipo de jugador que nos podría venir bien y el club se está moviendo. Efectivamente, hay un nombre que es el de Ortuño. No niego que está ahí porque lo sé, pero posiblemente haya algún otro, que yo no conozco, y que reúne esas condiciones que hemos pretendido.

¿Se ha complicado esta operación?

No que yo sepa. Estuve viendo el partido de Copa del Granada y no jugó y eso puede indicar dos cosas: una, que el entrenador no cuenta con él y, otra, que puede estar cerca de nosotros.

¿Le queda mucho margen de mejora al equipo?

No. No tiene mucho más margen, pero es que este margen, que es corto, entiendo que es suficiente para que signifique mucho. Serviría para dar un paso tremendo en ataque. No sé si decir que en defensa también porque la verdad es que nos estamos ajustando bien. Pero entiendo que nuestro margen está arriba y, en esa zona una pequeña mejoría nos daría mucho.

Los perseguidores no aflojan. ¿La exigencia llega a partir del nivel tan grande que está demostrando los puntos del ascenso?

Esta liga es así. Otros años se ha visto un nivel más bajo. Yo creo que el año pasado fue de una exigencia menor. Hubo mucha gente que se fue a jugar al extranjero y en Primera, con la crisis, se ficharon muchos jugadores de Segunda, con lo que bajó el nivel. Ahora, ha vuelto a subir. La verdad es que es una barbaridad de puntos, si consiguiéramos cerrar la primera vuelta con dos victorias. Nos iríamos a 90 al final de la temporada y no es que sea una barbaridad para nosotros, es que muy pocos equipos lo han hecho. Yo, el último ejemplo que tengo fue con el Celta y subimos con 85 puntos y estuvimos tres equipos en esa disputa con un tercero en discordia, como el Valladolid, que sacó tres puntos menos que nosotros. Lo que quiero decir que este año, la liga, sí o sí, se va a ir a más de 80 puntos. Por eso no podemos descuidarnos ni confiarnos y tenemos que seguir apretando.

Los rivales también se refuerzan. ¿Hay alguno que le preocupe en exceso?

Sí. Yo creo que el Betis se va a reforzar, a pesar de que tiene la mejor plantilla. El Valladolid lo ha hecho ya. Ha fichado a un muy buen delantero (Jonathan Pereira) y está intentando cerrar dos más. Yo creo que estos son los equipos con los que vamos a competir al final. Betis y Valladolid. Nosotros nos hemos reforzado con Jonathan y yo estoy feliz con él. Para mí es suficiente. Si viniera otro jugador tiene que mejorar esto. Si no sería un error que ficháramos.

¿Qué es lo que más le preocupa de su equipo para afrontar la segunda vuelta? ¿En qué está incidiendo usted más?

Me preocupa la autocomplacencia. Sería un error muy grave que pasemos de un discurso sensato como el que tenía el club y el presidente cuando yo llegué aquí a otro distinto. Aquel era un discurso de acuerdo con el día a día y tenemos que ir al partido a partido, a pesar de que sea una frase manida. Pero ahora sólo hablamos de ascenso. No nos podemos equivocar. Debemos seguir igual que al principio. Nos queda mucho. Estamos en el ecuador de la temporada y debemos pensar que el partido a partido es el camino a seguir. Me preocupa ese componente psicológico que tiene la autocomplacencia. Y después el que sigamos mejorando, porque tenemos ese margen de mejora que digo y que está relacionado con esos pequeños detalles en los que nos tenemos que basar para ser mejores.

Usted ha trabajado mucho en que el equipo tenga una identidad, unos líderes, una ilusión y un espíritu. ¿Es una de las claves de la temporada de la UD?

Es la más importante. Es el ochenta por ciento de lo que estamos haciendo. Es el gran éxito de este equipo y en el momento en el que dejemos de hacerlo, no conseguiremos el objetivo. No tengo ninguna duda de que todo en el equipo se debe basar en esto. Y, en esto, están siendo muy importantes los jugadores llamémosles veteranos y de jerarquía. Todos. Empezando por Valerón, Aythami, Nauzet, Momo, Ángel... Todos, jueguen más o menos, están siendo claves.

Valerón no está siendo protagonista principal en el campo. Pero, ¿qué parte del mérito tiene en el trabajo en la sombra?

Es cierto que no está teniendo el papel de otros años, pero sí que tiene uno importante. En los primeros partidos, cuando el equipo tenía que ir mejorando aspectos, fue clave. Lo fue en Santander y ha tenido cinco o seis partidos igual de importantes y determinantes. Lo importante es que yo creo que volverá a pasar. Estoy seguro. Lleva unas semanas con unas molestias y esto ha acabado en lo de ahora; que debe descansar. Pero creo que va a volver a ser clave en esos momentos. Vamos a trabajar con él cuando se recupere para que vuelva a ser determinante en esos momentos en los que el equipo se atasca y no encuentra su espacio. Ahí va a aparecer él. Después, en cuanto al trabajo en la sombra, es vital. Para mí es el jugador más determinante del equipo en este sentido y siempre que lo veo hablando con un jugador estoy muy tranquilo. Sé que le está hablando de la mejor manera y le está explicando al compañero cómo puede mejorar y ayudar al equipo. Eso es para mí algo importantísimo.

¿Había conocido usted antes a un jugador tan generoso en un mundo, como el del fútbol, en el que prima lo individual?

Que va. Te cuento una broma. Cuando fuimos a los premios de la Liga yo le dije a nuestro grupo; como gane Valerón seguro que va a romper el premio y lo va a repartir con los otros dos finalistas. Seguro (risas). Eso es Valerón y, efectivamente, no sólo no ha habido otros casos, es que creo que no hay ningún otro como Valerón.

Desde el inicio de temporada usted destacó el efecto del 22-J en la plantilla y en la unión equipo. ¿Sigue estando esto presente y sigue siendo un factor importante en la psicología de este grupo?

Cada vez menos... Pero yo lo utilizo, sin ir más lejos la semana pasada. La noche antes del partido contra el Barça B, estábamos cenando y salieron las imágenes en un reportaje de la televisión y aproveché para recordarles el sufrimiento de tanta gente y el modo en el que nos hemos levantado todos. Y les dije que en ese partido, tras el parón, tenía que refrendarse todo eso. Lo aproveché. No sé si surtió efecto, pero el equipo estuvo enchufado. Lógicamente, yo lo intento aprovechar en momentos puntuales, en detalles así, pero cada vez estamos más centrados en el objetivo, que ahora es más importante y que consiste en pasar de manera directa, sin pasar por ese filtro.

¿Ese dolor se ha convertido en motor?

Sí, pero para todos. Los primeros, los aficionados y es algo que me sorprendió muy gratamente. La afición ha sido la que ha empezado este proyecto con su apoyo desde el primer día. Recuerdo ir a Tunte y ver el campo lleno de gente ilusionada que no sabía a qué podíamos aspirar. A mí me sorprendió ese apoyo desde el primer día. Y eso ha sido constante. Así que los primeros en levantarse y dar ejemplo fueron los aficionados.

Valerón asegura que juega para hacer disfrutar al aficionado. ¿En qué aspectos basa usted su motivación?

Lo primero en lo que yo me fijo es en el equipo y, en función de la gente que tenemos, intento buscar las virtudes de cada uno para convertirlas en virtudes de grupo. A mi me gusta que el equipo sea un bloque, como lo estamos siendo nosotros, y que también la gente se divierta. Pero creo que, casi siempre mis motivaciones han surgido relacionadas con lo individual y tiene un componente personal. Me motiva tirar de un jugador que siempre ha dado un nivel y que en un momento puntual no lo está consiguiendo o ese chico joven que tiene condiciones pero no acaba de explotar. Me gusta ayudarles a mejorar. Mis motivaciones están ahí; en formar un equipo que juegue como bloque y que divierta a la gente. El otro aspecto también me satisface y me llena porque cuando veo a un jugador que he tenido y que he podido hacer algo por ayudarlo en su carrera... Si lo veo jugando en Primera... Para mi eso no está pagado con nada.

Araujo cumple con el perfil. ¿Le preocupa que no sepa llevar la repercusión de su buen juego?

Sí que me preocupa y precisamente es una de las individualidades en las que pensaba. Quiero que siga mejorando a todos los niveles, que vuelva a hacer los goles que ha hecho, que entienda cuando una situación es para terminar o para dar el pase de gol. Hay muchas cosas que le completarían como jugador y que yo trato de trabajar con él, para mejorarle, y me preocupa que lo consiga. Claro que sí.

Su carrera como entrenador se ha movido casi siempre en Segunda división. Disputó sólo 12 partidos con el Numancia y 24 con el Celta en Primera. ¿Tiene una espina clavada o una deuda por saldar en Primera?

Sí, sí que la tengo en esas dos experiencias. Pero para mí... Te pondría 200 excusas de lo injustos que fueron esos dos ceses. En Soria, le metimos tres al Madrid y empatamos en el campo del Barcelona. Hicimos grandes cosas. Pero en el fútbol, a veces, surgen otros intereses que se apartan de mi conocimiento. Seguro que hubo intereses. ¿Por qué no he estado más tiempo? Yo digo que seguramente porque no hago ruido. Pero yo ya estoy feliz con lo que he conseguido.

Miguel Ángel Ramírez ha dicho que le gustaría tenerle aquí muchos años. ¿Cuál es su situación de futuro con la UD? ¿Le está intentando convencer?

Ahí es donde aparecen esas peculiaridades mías. Yo estoy feliz aquí y para mí eso está por encima de todo. Yo no he venido por una cuestión económica. He venido porque me parecía que podía haber un proyecto bonito. Pero, el presidente sabe, y se lo he explicado así, que el fútbol tiene una memoria muy corta. Yo no quiero que el club se ate a algo y que dentro de un mes se arrepienta porque todo cambia y lo que un día es bueno al siguiente es malo. Por supuesto que tener un contrato de dos o tres años te asegura una tranquilidad, pero es que yo no quiero esa tranquilidad. Yo quiero ganármelo y le he expresado al presidente que me lo tengo que ganar y que me lo tengo que ganar con el ascenso. Después estaré a su disposición.

¿Qué le aporta en lo personal este proyecto que no haya logrado o recibido en otros destinos en los que ha estado?

Yo encuentro mucha similitud entre este proyecto y el del Celta. Hay muchas cosas parecidas, como los objetivos y los jugadores canarios que estamos ayudando a crecer, como Roque o Simón, que el año pasado estaban en el B y ahora son prácticamente titulares. Aparte de eso, lo que me aporta es que estamos haciendo felices a muchas personas. Eso es importantísimo y ahí pienso como Valerón. La gente tiene una pasión que a veces no valoramos y que es tremenda. Eso me satisface y llena mi saco de vanidad, por llamarlo así. El otro día, por ejemplo, fui a pesear a Las Canteras y me encontré con una persona que me dijo que su hijo había fallecido cuatro años antes de un cáncer tras diez de enfermedad. Y me dijo que lo que le había sacado a él del pozo de la tristeza fue la UD Las Palmas. Eso me contó y, para mí, no está pagado con nada. Con devolver un poquito de eso. Me dijo que en vez de engancharse a otras cosas, se enganchó a la UD Las Palmas y que era un sentimiento para él. A mí se me quedó grabado.

Una última licencia a su vanidad. ¿Tiene ingredientes esta UD para convertirse en su mejor obra como entrenador?

Vanidad en ese sentido, no tengo ninguna. En eso estoy bajo mínimos. Yo creo en el trabajo. Y la verdad es que no me gustaría que fuera o se conozca como la UD de Paco Herrera. A mí me gustaría que fuera la UD de un montón de gente que la hicimos grande. Eso sí que me gustaría. Sueño con eso. Cada día sueño con que el equipo no se caiga y cada día me preocupa que nos despistemos y que nos durmamos. Y si consiguiéramos el objetivo sí que me gustaría que éste pudiera ser un proyecto más amplio. Y si yo estoy en él, que pudiera ser un proyecto en el que pudiéramos aportar muchas más cosas. Yo sé que puedo aportar muchas más cosas, porque llevo muchos años y le he dedicado mi vida, pero no debería ser nunca un proyecto de una persona, sino de la Unión Deportiva Las Palmas.

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