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Tirón de orejas antes de iniciar el trabajo cara al choque de Vitoria

El entrenador amarillo estuvo media hora reunido con la plantilla

Casto, tocado. S.C.

La primera sesión de la semana en la que la UD Las Palmas encara el último partido de la primera vuelta del campeonato, donde rinde visita al Deportivo Alavés en Vitoria, se inició como se esperaba: con un tirón de orejas de Paco Herrera, el técnico del cuadro amarillo, líder indiscutible de la Segunda División, a los componentes de su plantilla tras los hechos acaecidos el pasado domingo, donde fueron expulsados tres de sus jugadores en el choque frente al Real Zaragoza: Nauzet Alemán, Ángel y Culio.

La sesión estaba prevista para iniciarse a las diez y, con precisión suiza, así se hizo, pero todos los jugadores pasaron al vestuario y, aunque nada trascendió con posterioridad de lo allí hablado, lo cierto es que hubo reprimenda especial a los tres y, posteriormente, amplio debate y diálogo acerca de las directrices a seguir para lo que queda de competición. "Los compañeros han reconocido su culpa y son los primeros en implicarse para que no vuelva a suceder", fue lo único que al respecto señaló Guzmán Casaseca, encargado de comparecer ante los medios.

Intensa y sin pistas

Tras media hora en el vestuario, jugadores y técnicos comparecieron sobre el césped de Barranco Seco para desarrollar una sesión preparatoria que se alargó por espacio de dos horas. Fue una sesión intensa, pero en la misma Paco Herrera no dio pista alguna acerca de cuáles pueden ser sus planes de cara a saber quiénes serán los sustitutos de los tres expulsados.

Por dos veces se encendieron las alarmas entre los numerosos aficionados presentes en la sesión. La primera, al ver a Casto Espinosa haciendo bicicleta estática y, la segunda, cuando Nauzet Alemán se retiró de la práctica al sentir un pinchazo en la zona delantera del muslo derecho.

La primera se solventó con rapidez y quedó en nada cuando Rafa Cristóbal, el preparador físico amarillo, puso a andar la maquinaria del líder. Casto se incorporó a la carrera continua y los primeros ejercicios físicos y con balón a nivel generalizado, y luego prosiguió, junto a Raúl Lizoain y Dani Lorenzo, la preparación específica bajo las órdenes de Zeljko Cicovic. La segunda, cuando se supo que lo de Nauzet no era de alcance.

Los ejercicios se fueron desgranando de a poco y Ángel Rodríguez, el segundo de Herrera, hacía de jefe de operaciones, pedía más y más intensidad en las acciones y el almirante de la nave amarilla consentía para, a su vez, solicitar también intensidad, mucha intensidad, a los suyos, además de premiar las buenas acciones con palabras de ánimo.

Tras dos horas de trabajo, que finalizaron con partidillos de jugadores entremezclados, donde sobresalieron los goles de Araujo, el técnico dio por acabada la jornada.

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