Entre los distintos 'stands' de la Gran Canaria Expodeporte, de camino a la zona de dorsales, surge una figura cohibida. Mulugeta Serbessa intenta pasar desapercibido entre productos de vanguardia y corredores pero son muchos los que interrumpen su paso para desearle suerte. Este atleta checo de origen etíope fue protagonista desafortunado en la edición de 2013. Entró en meta segundo, detrás del madrileño Miguel Ángel Vaquero, y subió con éste al podio de Venegas para recoger la medalla. Pero éste le había cedido una botella de agua en una zona no habilitada y ambos fueron descalificados. Entonces, se marchó de la Isla disgustado, con la impresión de haber caído en algún tipo de rivalidad ajena, pero ahora, sin resentimientos, ha vuelto a Gran Canaria en busca de la gloria que, por un error, el destino le quitó de las manos.
"El problema nunca fue de la organización. En aquella ocasión el juez de la Federación Española dijo que no respetamos el reglamento pero éste fue muy escrito, ya que lo que hicimos es algo habitual en muchas carreras", revive éste antes de admitir: "Sin embargo, en el fondo tenía razón porque estaba en el reglamento y yo no lo conocía bien. Cometí un error que fue una tontería y lo acepto como tal".
Mulugeta Serbessa se confiesa, a pesar de su experiencia, en un enamorado de el maratón de Gran Canaria. "He vuelto porque tengo buen feeling con esta prueba. Me sentí muy bien corriendo aquí y he querido repetir la experiencia.
Sin embargo, el maratoniano checo ve imposible repetir la hazaña del año 2013 al haber sufrido una lesión importante en su rodilla la temporada pasada. "Esto impidió que pudiera volver a la carrera del 2014", explicó el checo. Pero, al margen de su condición física, Mulugeta considera que el incremento de nivel de la prueba, a través de la lista de corredores invitados, le impide cualquier objetivo de repetir medalla. "He leído que vienen corredores muy buenos este año y que con el cambio de recorrido puede ser una edición muy rápida. Hay atletas que vienen de Kenia y otros de mi país de origen, Etiopía. Son corredores profesionales y, además son jóvenes. Yo soy un viejito de 44 años", se ríe éste.
Nuevo reto
Sin embargo, la exigencia de este atleta le sirve para reorientar sus propios retos. "Yo voy a intentar llegar el primero entre los corredores de mi categoría, que es la de mayores de 40 años", expone este protagonista involuntario del 2013.
El atleta etíope, con pasaporte de la República Checa, cuenta con más de un centenar de maratones en un historial de pruebas que presenta un pasaporte lleno de sellos. Pero, entre tantos destinos con la Isla de Mallorca como última experiencia en su mochila -donde conquistó la medalla de plata-, Mulugeta Serbessa se declara enamorado de la prueba de Gran Canaria. "El mes de enero representa la pretemporada en el calendario de los atletas profesionales y, para el resto, es un buen mes para competir", explica éste. "No solo para mí, pero para muchos profesional esta prueba representa una gran oportunidad para coger volumen y tono con buen tiempo en pleno invierno. En la República Checa estamos con nieve y frío".
Pero, entre bromas, el atleta asegura recordar otro clima en Las Palmas de Gran Canaria. "Nosotros nos estamos quedando en Maspalomas y allí hemos estado a 23 grados, pero aquí es diferente. Vamos a ver qué temperatura nos encontramos a las 9 de la mañana del domingo, porque para mí lo mejor para correr una maratón está entre 14 y 18 grados", apunta.
Serbessa asegura que no solo se siente cómodo en Gran Canaria, sino que tiene buenos registros y recuerdos de Lanzarote. "Gané en dos ocasiones, en el 2003 y el 2004, la Maratón Internacional de Lanzarote y fue especial porque yo empecé a correr en 1999, así que fueron experiencias nuevas y bonitas", apunta éste. "Para mí son pruebas muy buenas. Digamos que no son pruebas del máximo nivel ni pequeñas y se ajustan a mi status. Puedo correr y tener algún tipo de aspiración sin ser un profesional. Aunque, la de Gran Canaria se me ha quedado demasiado grande", finaliza éste corredor en su regreso a una prueba que le hizo pasar la vergüenza de subir al podio cuando estaba descalificado.
