Onán Barreiros y Juan Curbelo se colgaron ayer la medalla de bronce en la Copa del Mundo de Miami en la clase 470 masculina. Los británicos Luke Patience y Elliot Willis se llevaron el oro y los australianos Mathew Belcher y William Ryan, la plata. Un nueve en la medal race bastó a la tripulación del RCNGC para hacerse con esta medalla de bronce, debido al rédito acumulado tras una semana de regularidad en la que no bajaron de la quinta plaza de la general.

Ocho, siete, cuatro, seis, siete, (17, que fue su descarte), ocho, cinco y 18 (en realidad un nueve, ya que en la medal race se puntúa el doble) fueron los parciales de la tripulación del RCNGC en esta cita, en la que repitieron el bronce que consiguieron en octubre en la Copa del Mundo de Quingdao (China).

La estrategia de Barreiros y Curbelo fue marcar a los neozelandeses Paul Snow-Hansen y Daniel Wilcox, que acabaron el viernes en la cuarta plaza de la general a solo dos puntos de los canarios, que eran terceros. "Teníamos muy difícil defender el bronce", apuntó Barreiros desde Miami, "porque a dos puntos estaban los neozelandeses, y quien ganaba la medal ganaba la medalla".

"Por ese lado", añadió el regatista grancanario, "estaba complicado, no con los cuartos y quintos, que estaban bastante más lejos (en puntos) y tenían que quedar primeros y nosotros últimos (en la medal) para pasarnos-. Así que la estrategia ha sido marcar al barco neozelandés".

Desde la salida de la medal race, la tripulación canaria se colocó delante de los neozelandeses y ahí se mantuvo. "Estuvimos toda la regata marcándolos y en ese aspecto, muy tranquilos, porque siempre los tuvimos detrás", agregó.

Salvo el viernes, en el que la falta de viento obligó a suspender pruebas programadas como fue el caso de las previstas para la clase 470 masculina, el resto de las jornadas en la World Cup Miami 2015 se caracterizó por la dureza.