La estadounidense Serena Williams abrazó y besó por sexta vez la copa Daphne Akhurst que la campeona del Abierto de Australia exhibe orgullosa cada año, al vencer en la final a la rusa Maria Sharapova por 6-3 y 7-6 (5) y ampliar la racha de victorias, ahora ya 16 seguidas ante su rival, a la que domina desde hace casi once años. Serena apabulló por completo a Sharapova.