Mazazo a un combinado tropical y de magia. Del éxtasis a la cruda realidad. España fue superior a Canarias, que había dado la campanada en la primera jornada tras tumbar a Portugal, en el tradicional duelo de las últimas ediciones de la Copa del Atlántico. Con esta victoria, La Rojita se coloca como líder de la clasificación con 6 puntos y tiene muchas posibilidades de levantar mañana el trofeo de campeón de la cuadragésimo primera edición.
En la última jornada de este torneo internacional juvenil, a partir de las 18.30 horas, se enfrentará a Portugal, que ayer sumó sus tres primeros puntos tras domar a Costa Rica. Los portugueses podrían tener opciones de ser campeón en el caso de vencer por goleada a España, la gran favorita al trono.
En la primera parte, Canarias mantuvo el tipo hasta que llegó el primer gol del combinado nacional español a los 25 minutos del jugador del Villarreal Simón. En ese momento, los representantes del Archipiélago, dirigidos por el seleccionador David Sosa, se desorientaron y perdieron la capacidad ofensiva y el orden táctico que habían mantenido, circunstancia esta que se había traducido en varias oportunidades de gol por parte de Rafa y Arturo, respectivamente.
Fue de esta manera la crónica de un castigo cruento para una Canarias fundamentada en el talento de Rafa y Arturo. Pero el zarpazo del primer tanto del ogro rojo fue el inicio del fin. Se desmoronó el sistema defensiva del ejército Sosa.
Si el primer gol les desorientó, el segundo tanto, en el minuto 37, hizo añicos los ánimos de los jugadores elegidos por Sosa. Un penalti que fue bastante discutido por los aficionados que se dieron cita en el Alfonso Silva puso a España con dos goles en el marcador. Fue un guiño para la polémica y la sentencia en un pulso de vértigo, con toneladas de fantasía en el Alfonso Silva. Pero en la ejecución de ese penalti, el meta de Canarias Óscar lució sus reflejos ante Ontiveros, pero el genial mimbre del Málaga aprovechó el rechace para el 2-0.
Despertar y revés arbitral
Con el lastre de dos goles en contra, Canarias inició la segunda parte con el ánimo de acortar distancias, pero tuvo enfrente a una España intratable, muy disciplinada y que se lo puso difícil. Ontiveros y Brais se hicieron con el control de juego pero la rabia amarilla surtió efecto. Poco a poco, con el latir del segundo acto, Canarias fue asomando su pegada. Dejando muestras de su potencial y pólvora. Tímidamente, el conjunto anfitrión acarició el tanto de la esperanza, en una puesta en escena más ambiciosa, pero surgiría un nuevo bofetón arbitral. Jaque a los príncipes de Sosa. A los 24 minutos de este segundo acto, Canarias fue sancionada con un nuevo penalti y España sumó el tercer tanto en su casillero con un misil de Simón.
Pero habría más. En este periodo, el árbitro anuló, por fuera de juego, un gol al grancanario Nacho. Canarias, decepcionada y agotada, se llevó el calor de un Alfonso Silva entregado y la sensación de que completó méritos para recortar. Las embestidas de la Rojita, con veneno, tropezaron con la magia de Daniel, Cruz, Pablo, Jorge y Bryan Torres. Digna caída para una constelación de arte tropical. Bofetón con polémica y adiós al entorchado [en caso de triple empate a 6 se mira el gol average general].
