El Madrid, liderado por Rudy Fernández y Sergio 'Chacho' Rodríguez y apoyado en un gran trabajo colectivo, consiguió una importante victoria, 97-73, ante un Barcelona que no encontró los mismos argumentos que su rival para optar a ese objetivo.

A toda velocidad y sin frenos. Así comenzó el clásico europeo. Real Madrid y Barcelona se emplearon con todo desde el primer segundo y al minuto y medio de juego ya se habían anotado diez puntos, 5-5.

Rudy Fernández estuvo especialmente inspirado en esos instantes iniciales y tres triples suyos sin fallo lanzaron a un Real Madrid centrado en el juego, en defensa y en ataque, 15-7 (min.4.30), que no quiso cometer los mismos errores que en Liga. Con el Madrid como claro dominador de los primeros diez minutos de juego y con Rudy y Ayón como mariscales de campo, el marcador reflejó un 26-16.

Las defensas entraron en acción en el segundo cuarto y frenaron el ritmo de anotación. Entonces fue el 'Chacho' Rodriguéz el que cogió el testigo para mantener la ventaja con la oposición de Tomic y Justin Doellman. Así las cosas, con un juego a la altura de los contendientes y de la responsabilidad y trascendencia que tienen todos los clásicos, el marcador al descanso fue de 42-33, tras una mínima victoria parcial del equipo azulgrana en el segundo acto por 16-17. En el tercer cuarto Rudy y Hezonja fueron los primeros pistoleros que saltaron a la arena y también saltaron las primeras chispas. Ayón y Tomic tuvieron los primeros roces, en el intercambio de canastas de alto nivel. La defensa de cambios del Madrid y el acierto de Hezonja mantuvo la diferencia, 58-48 (min. 26). Ayón puso un tapón imposible a Doellman y el Palacio se vistió de blanco para festejarlo, 62-51. Los locales pusieron más empeño, más deseo, más trabajo y esfuerzo para cerrar el tercer cuarto con el marcador en franquicia, 66-53.

Con Rudy desbocado y Chacho haciendo magia, el Real Madrid se disparó hasta los veinte puntos, 74-54 (min.32), ante un Barcelona que no encontró la motivación necesaria para forzar la calidad de sus jugadores. Hezonja apoyado en su calidad, juventud y puntería demostró con tres triples sin fallo que está llamado a ser un jugador estrella a partir de ya mismo. Las defensas se relajaron hasta el final del partido, 97-73, y el madridismo comenzó a disfrutar una victoria nacida de un gran trabajo colectivo y que tiene un sabor a gloria.