Una visita para levantar el ánimo y enterrar los fantasmas de la mano negra arbitral. El presidente de la UD Las Palmas Miguel Ángel Ramírez acudió ayer al entrenamiento en Barranco Seco -presenció la sesión íntegra desde las 11.00 hasta las 13.35 horas- para dar su apoyo al plantel tras la última derrota en el Ángel Carro de Lugo. El máximo dirigente mantuvo una conversación en el vestuario con los 27 futbolistas y el cuerpo técnico. El zaguero Marcelo Silva desveló que la visita "fue productiva y en el momento justo porque sus palabras siempre ayudan". Ramírez se abrazó con la doble 'v' Viera y Valerón -imagen de la derecha- en un gesto cariñoso. Además inspeccionó la nueva zona de prensa y el estado del césped. P. C.