Carolina Marín, que este domingo cedió en la final del Abierto de Alemania de bádminton ante la coreana Sung Ji Hyun, en un partido en el que le mostraron dos tarjetas rojas, se ha disculpado en las redes sociales, y ha admitido que se siente avergonzada.

"Primero quiero disculparme ante todo el público de Alemania y ante todos los espectadores que habéis perdido vuestro tiempo por querer ver mi partido de la final", ha señalado la onubense.

"Me siento un poco avergonzada por la actitud que he tenido en el tercer set para afrontar el partido después de las dos tarjetas rojas. Jamás me había visto en esa situación y me he venido abajo porque no me creía lo que el árbitro estaba haciendo", ha añadido la campeona del mundo y de Europa.

"Es verdad que he llorado y no sabía si continuar el partido porque me encontraba muy angustiada pero quiero disculparme por haberme dejado morir en la pista", ha dicho Carolina Marín, que no obstante se ha quejado del árbitro. "No tengo palabras para lo que ha hecho el árbitro hoy, pero ahora toca centrarse en la próxima semana para el All England", ha finalizado.

Carolina Marín cayó en la final ante la coreana Sung Ji Hyun por por 21-15, 14-21 y 21-6. En el segundo parcial, el árbitro le mostró una tarjeta amarilla y en el tercero, dos tarjetas rojas por pérdida de tiempo. Tras perder dos puntos consecutivos por sanción (7-3 y 8-3), Carolina rompió a llorar en el fondo de la pista porque sabía que una amonestación más significaba la tarjeta negra y la descalificación.

Tocada moralmente y descentrada, la onubense se dejó ir en el marcador con demasiados errores, mientras que su rival fue asegurando sus golpes hasta apuntillar su victoria.