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Baloncesto Liga Endesa (23ª jornada)

Una celebración empañada

El carismático 'Malaguita' tuvo un incidente con la seguridad - Y Luca Bravo, con varios hinchas

Una celebración empañada

Apenas faltaban unos segundos para que el CB Gran Canaria tumbara al FC Barcelona. La comunión entre la afición y el equipo existía. Todo parecía perfecto. El espíritu del Centro Insular de Deportes se había trasladado al Gran Canaria Arena. Tiempo muerto en pista y los 8.472 espectadores del recinto capitalino tocaban ya la victoria de su equipo.

Javier Malaguita, uno de los aficionados más carismáticos del equipo insular, emprendió su ritual: una carrera por los pasillos del recinto mientras ondea la bandera con los colores del club. Un gesto que levantó al público de sus asientos. Incluso, cuando Javi Malaguita pasó por delante del palco, recibió las palmadas del presidente del Cabildo, José Miguel Bravo de Laguna; el presidente del club, Joaquín Costa, o el consejero de Deportes y vicepresidente de la entidad Lucas Bravo de Laguna. Sin embargo, cuando Malaguita concluía la carrera, fue abordado por un vigilante de seguridad del recinto que le agarró por el brazo y lo acompañó hasta uno de los vomitorios del Arena.

"Me expulsaron del pabellón y me recriminaron lo que había hecho. En otro partido acordamos que podía dar la vuelta en los tiempos muertos. Sólo trataba de animar", narra Javi Malaguita angustiado.

Es la versión del afectado. Sin embargo, la seguridad del recinto tiene otro punto de vista en la narración del incidente. Responsables de la vigilancia privada del pabellón cuentan que sólo le indicaron que estaba prohibido correr por dentro del pabellón y pasar de un sector a otro, no que lo expulsaran del Gran Canaria Arena. Algo que según explican lo hacen por su propia integridad física -para evitar una posible caída- y por la del resto de asistentes -lesión por alcance del mástil de la bandera si se produjera una caída-.

Por su parte, Alberto Miranda, gerente del club, respaldó esta versión a través de su perfil en la red social Twitter. "El Malaguita se enfada por lo sucedido (y con razón) y después de soltar la bandera abandona por su propia voluntad el Gran Canaria Arena", escribió. Este incidente desató el enfado de gran parte de la afición grancanaria que miró hacia el palco y recriminó a las autoridades que permitiesen un trato que consideraban injusto a Javier Malaguita. Joaquín Costa saltó literalmente del palco para aclarar lo sucedido. Tras contactar con él telefónicamente, el Malaguita volvió al Gran Canaria Arena.

El público señaló a Lucas Bravo de Laguna, vicepresidente del club y consejero del Cabildo. Increpado y recriminado por algunos de los aficionados, el consejero respondió con palabras y gestos desde el palco. Las discusiones entre el mandatario y algunos hinchas siguió de forma acalorada al término del partido, cuando Bravo de Laguna se acercó hasta ellos. La tensión se apoderó del ambiente y lo que tenía que ser una celebración festiva se quedó a medias.

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