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Baloncesto Liga Endesa (23ª jornada)

Un Gran Canaria de bandera

El equipo de Aíto se come al Barcelona (76-70) en un prodigioso último cuarto tras hacer la goma durante todo el partido

Eulis Báez trata de entrar a canasta ante la defensa de Maciej Lampe y la mirada de Levon Kendall. QUIQUE CURBELO

El Gran Canaria vuelve a sentirse capaz de todo. Con un último cuarto bestial (23-13) y lanzados por un Albert Oliver descomunal -cuatro triples en dicho período-, el Herbalife tumbó al Barcelona (76-70) para éxtasis de una afición necesitada de un gran día. No fue hace dos semanas en la Copa del Rey, tampoco en el resto de la temporada, donde el equipo de Aíto García Reneses no había logrado un triunfo ante uno de los gigantes de la competición. Pero ayer el ambiente del Gran Canaria Arena recordó al de las mejores tardes del Centro Insular de Deportes para intimidar al rival y llevar en volandas a los suyos.

El conjunto insular hizo la goma durante todo el partido pero se soltó en un tramo final apoteósico. Con seis triples -cuatro de Oliver y dos de Bellas- llegó la inspiración que le faltó en los 30 minutos previos. Porque los amarillos estaban resistiendo a pesar de las lagunas que le impedían estar delante en el marcador. El Barcelona nunca fue el mejor Barcelona, el que se presentó en la Copa del Rey en este mismo escenario hace dos semanas, pero una actuación correcta le bastaba para someter a los locales.

El rebote ofensivo fue un lastre durante los 40 minutos, incluso en el último cuarto, pero ya entonces el Gran Canaria sí llevó hasta el límite al ataque azulgrana. Subió una marcha la intensidad en defensa y con un Tavares descomunal se cicatrizó la herida abierta en la pintura con la que Tomic -10 puntos- y Doellmann -14 puntos- habían hecho sangre. Pero la fortaleza del caboverdiano y el paso adelante colectivo hizo que la producción de los interiores azulgranas se quedara, pese a los cuatro rebotes ofensivos capturados, en dos raquíticos puntos del croata. Tampoco Marcelinho Huertas -autor de 16 puntos- y ni siquiera Hezonja salvaron al Barcelona de un desatado Gran Canaria. Los de Xavi Pascual, que viajaron sin Juan Carlos Navarro, notaron la lesión de Abrines en el tercer cuarto.

Juego de arreones

Pero hasta entonces la película había sido muy diferente. El Barcelona dominaba en la pintura y a base de rebotes ofensivos compensaban su nefasto acierto desde la línea de 6,75. Pese al 1/9 en triples que registraron en el primer cuarto se fueron ganando al segundo parcial (15-17, m. 10).

Los dos equipos funcionaban a rachas, sin demasiada regularidad. Lo mismo Marcelinho y Lampe distanciaban a los visitantes con dos triples (24-31, m. 15), que Newley y Bellas espabilaban a los locales (34-35, m. 17). Pero al descanso se imponía el rebote ofensivo del Barcelona -10- y el pobre porcentaje -7/12- en tiros libres del Gran Canaria (36-42, m. 20).

En la reanudación llegó otra buena racha del Herbalife gracias a la dirección de Tomas Bellás (46-47, m. 25). Le tocaba el turno a los culés y esta vez fueron Doellmann y Hezonja los que anotaron (49-57, m. 29). Pero Albert Oliver no solo evitó que el partido se rompiera sino que lo levantó y con cuatro triples en un suspiro encendió la mecha (65-61, m. 36).

No le tembló el pulso a los amarillos en los instantes finales. Tomás Bellas estiró la inspiración de Oliver con otros dos triples y Tavares gobernó en la pintura. Oleson y Thomas fallaron dos triples para empatar el duelo y el caboverdiano atinó un tiro libre con el que sentenció un día de fiesta en el Gran Canaria Arena.

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