El despertar de Jonathan Viera. El mediapunta de La Feria, 133 días después de regresar a la UD, cedido por el Standard de Lieja -la operación se selló el pasado 19 de diciembre-, recupera su rol imperial. Un golpeo genial, desde la frontal, superó al meta Nauzet Pérez del Sabadell (55') y abrió las puertas del triunfo ante el combinado arlequinado. Es el segundo tanto del grancanario en este curso y el 17º en su carrera en el primer equipo isleño. Comienza a ganar encuentros, a dejar su firma de caviar en el instante crítico del curso [restan seis jornadas para el final]. "Vine para ser importante", detalló el ex del Valencia y Rayo Vallecano hace una semana en zona mixta ante los medios. Y ayer sábado cumplió su palabra ante la marea amarilla y en una contrarreloj salvaje por la segunda plaza ante Girona y Sporting

de Gijón. En su décimo segundo duelo de este curso (computa un total de 568') saltó en el descanso por Alfredo Ortuño y refrendó las buenas sensaciones mostradas ante el Real Valladolid -en la penúltima jornada y también en el Estadio de Gran Canaria-. Romario está de vuelta. La mejor noticia para el proyecto cinematográfico de Herrera, que deleitó en la primera vuelta y anda algo perdido en la segunda.

Elegante, intuitivo y plenamente acertado en su sociedad con Sergio Araujo, el genio de La Feria tuvo a los cinco minutos de pisar el césped la ocasión soñada para enterrar los fantasmas. Una falta deliciosa que puso en la escuadra de Nauzet y de paso, como hace tres años ante el Guadalajara, al partenón tropical de pie. Tanto de bandera y el tercer golpe franco en su carrera de amarillo que termina en la red [los dos anteriores fueron en la campaña 2011/12 ante el Villarreal B y Guadalajara en Siete Palmas]. Y habrá para Viera para rato en este curso de subidas y bajadas -entre la primera y cuarta plaza-. Herrera aseguró ayer que Romario será titular en la próxima jornada ante el Leganés -sábado y desde las 19.00 hora insular en el Municipal de Butarque-. Viera ha tenido que bajar al barro, superar una lesión muscular ante el Tenerife -se retiró bajo un manto de lágrimas- y que le tuvo casi un mes en el dique seco. Ha participado de forma consecutiva (solo dos de titular) en las últimas 5 jornadas. Y ante el Sabadell tuvo su renacer de gloria, el despertar de una figura diferente, tocado por una varita mágica, que en junio del 2012 fue traspasado al Valencia por 2,5 millones de euros.

Sus 17 goles, en sus tres temporadas en la UD (6 en la 2010/11, 9 en la 2011/12 y 2 en la actual 2014/15), son una pasarela de magia. 16 con la derecha y uno con la izquierda. Ninguno de cabeza y uno de penalti en el Mini Estadi ante el Barça B [15 de mayo del 2011, su mejor día de artillero al firmar un hat trick]. Se estrenó como artista del área en la Ciudad Deportiva del Villarreal ante el filial del Submarino Amarillo en la cuarta jornada de la 2010/11. Un centro de Vitolo, lo dejó pasar Guayre, y fue rematado con el exterior por Romario. La UD, dirigida por Jémez, se imponía (0-3) y alcanzaba el liderato de la categoría de plata. También vería puerta ante el Betis, de nuevo con la participación de Guayre, Elche y los tres al filial del conjunto culé -ya con Juan Manuel Rodríguez en el banco-.

Obras de arte

En la 2011/12 tuvo su explosión de amarillo. La temporada que le puso en el escaparate. Ante Alcoyano (1) y Nástic (2) presentó sus credenciales de genio. Ante el cuadro catalán con dos fotogramas de superhéroe, a pesar de haber fallado un penalti fue determinante en la victoria. El Valladolid cayó en la red amarilla. Una acción de pizarra, en la que David González superó a la barrera con un toque raso para Viera, que fusiló a Jaime. En Los Pajaritos, con un gran golpeo, desde fuera de área, puso el esférico en la escuadra. Ante Villarreal B y Guadalajara confirmó que es un as para acciones a balón parado. Ante el cuadro violeta marcó y se fue a la calle. Ante Nástic y Villarreal B, de nuevo, cerró su cuenta anotadora en su mejor campaña en la UD.