Una factoría de Tercera. La condena de una planificación bajo sospecha. El naufragio se consumó en un final carente de efectividad. Adiós al milagro en un acto clamoroso de desacierto ante 1.400 fieles. Lágrimas y aplausos de un Anexo soberano. Al infierno tras un bloqueo mental en todas las líneas. La falta de pegada y madurez competitiva condenaron al filial amarillo de Mingo Oramas. La 'vela chica' pasa de disputar -en la pasada campaña- la fase de ascenso a Segunda, con Afonso, al pozo de Tercera.
Lo más dramático es que en este curso que concluye, los amarillos fueron líderes -10ª jornada- con Josico al mando, que sería destituido en la 28ª-. En las últimas diez semanas de Liga, con Oramas portando el timón, los amarillos forzaron la disputa de la promoción tras conquistar 5 victorias, 2 empates y 3 derrotas. El último tropiezo amarillo se remonta al 12 de abril. Tras siete combates consecutivos sin besar la lona -5 triunfos y los dos empates de este playoff-, ayer tocó digerir el mazazo más cruel. Bajo un recital de raza de una legión de gladiadores amarillos.
El filial regresa al Grupo Canario tras empatar (1-1) ante un Cartagena dantesco. Mermado y luciendo una imagen tétrica, el bloque albinegro aprovechó un error garrafal del meta Ale Martín para sellar la igualada (80'). Y así, sobrevivir hasta el pitido final luciendo un recital de malas maneras. Cortesía de la experiencia murciana, de guerreros del Vietnam como el portero Limones o el central Tarantino.
La batalla psicológica
El desliz de Ale Martín fue el inicio del fin. La alegría del tanto de Jesús solo duró 12 minutos (del 65 al 77) un tiempo precioso que se le brindó a un cadáver. Oxígeno puro. El técnico amarillo retiró a Adrián y apostó por el control de Leo en el capítulo previo al infortunio [se quedó sin un nueve fijo]. Fue un movimiento nefasto, conservador y que forzó la entrada de Dimas y Borja a contrarreloj. Se precipitaron en cascada todos los acontecimientos, para un filial sin rumbo que se puso un cinturón con una carga de dinamita. Una y otra vez, de forma rigurosa los príncipes amarillos se olvidaron de lo prioritario: aniquilar al rival. Leo, Ale Martín, Borja, Dimas...respondieron a las agresiones y las continuas pérdidas de tiempo. Torrente de parones ante la desesperación del graderío. El final más plácido para el Cartagena, que mereció sucumbir ante las arrancadas mágicas de Germán, Néstor o José Artiles.
Por lo acontecido en la eliminatoria, el filial recibe una puñalada salvaje en el corazón. El coraje y el ímpetu de Matías y Castaño se estrelló ante el rigor de los kilómetros de los soldados del cuadro de Palomeque. Es la decepción de una visión a corte alcance, si se amplía el objetivo, cabe diseccionar un proyecto repleto de despropósitos. Con una lista infinita de altas -Braulio llegó en enero del San Mateo y aportó un rol residual-, piezas de referencia como Leo no han ofrecido el nivel esperado [estuvo 4 partidos sancionado]. A pesar de los pecados, el Anexo despidió a sus gladiadores con ovación. Brindó un baño de compasión a una legión que tuvo a tiro la salvación. Toca analizar el modelo, apostar por valores en crecimiento y no pensar a corto plazo. Néstor (25 años), Germán (24), Ale (25), Adrián (23) son más jóvenes que Araujo. Hay talento, falta gestión en la factoría.
