La UEFA sometió ayer a un control antidopaje a diez jugadores del FC Barcelona. Días antes de la final de la Champions League el próximo sábado en Berlín ante la Juventus italiana, la visita sorpresa de los llamados vampiros tuvo como objetivos a Ter Stegen, Piqué, Rakitic, Xavi, Messi, Neymar, Rafinha, Alba, Sergi Roberto y Adriano, antes de la sesión de entrenamiento ayer por la mañana en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí.

Por su parte, Andrés Iniesta, lesionado durante la final de Copa del Rey frente al Athletic Club de Bilbao el pasado sábado, prosiguió ayer con su plan específico de recuperación, el mismo día en el que sus compañeros del Barça se sometieron a las pruebas ordenadas por la UEFA.

Con una sobrecarga muscular en el gemelo, el centrocampista de Fuentealbilla regresó al trabajo en el gimnasio. El manchego realizó dobles sesiones y se espera que pueda estar disponible para la final de la Liga de Campeones este sábado. De hecho, está previsto que ya pueda entrenarse con el equipo en la víspera, durante la sesión que se realizará en el estadio olímpico de Berlín.

La sesión de entrenamiento contó con la presencia de Sergio Roberto, ausente el pasado martes debido a una gastroenteritis, además de los canteranos Munir el Haddad y Sandro Ramírez.

Asimismo, el Barça despidió ayer a Xavi Hernández en un acto institucional en el Auditorio 1899 del Camp Nou, donde el jugador, que el próximo año jugará en el Al-Saad de Qatar, aseveró que "no es un adiós, sino un hasta luego".

La ceremonia congregó a la plantilla casi al completo, salvo Messi, Rakitic, Ter Stegen, Rafinha y Piqué, retenidos en el control antidopaje, a excompañeros, familiares, amigos, al presidente del club, Josep María Bartomeu, y su antecesor, Joan Laporta, y el de la Federación Española, Ángel María Villar, entre otras personalidades.