Un final con mayúsculas. El adiós soñado para los mitos. Marcharse es una cuestión de estilo. Xavi Hernández puso ayer punto y final a su trayectoria de azulgrana levantando el 25º título. Deja una secuencia histórica de 251 encuentros en la máxima competición continental. Es el futbolista con más presencia en la Copa de Europa y el abrazo con Pirlo, estandarte de la Juve, supuso el broche de oro a la madre de todas las finales. Alzó su cuarta corona de las cinco que lucen ya en el museo del Barça. Estandarte del fútbol de seda, deja atrás una campaña repleta de dificultades y en las que tuvo que superar una relación tensa con Luis Enrique. Ahora ya pone rumbo a Qatar, su nuevo destino profesional, con el cartel del mejor jugador en la historia del Barça y su candidatura al número uno del fútbol español.

Brazalete de Iniesta

Xavi apareció en el minuto 68 en pleno renacer del Barça, tras el tornado Morata. Si Messi fue el ejecutor perfecto, el alma de la fiesta más despiadada, el arquitecto de Terrassa puso el equilibrio. Control y elegancia ante el empuje de Pirlo, Pogba y Marchisio. En la batalla del rigor, Xavi dio un recital barroco a la espera del estallido final de Messi. Paciencia, como si fuese la extensión de Luis Enrique, en el último ejercicio a la patria culé.

En la final de la temporada 2005/06 de París ante el Arsenal (2-1) no pudo participar pero fue titular en la de 2008/09 en el Olímpico de Roma ante el Manchester United de Cristiano Ronaldo (2-0). Completó los 90 minutos. La primera de la 'era Guardiola' contó con la dirección soberbia de Xavi, que repitió de nuevo ante el conjunto inglés en la edición de la 2010/11 en Wembley (3-1) -disputando de nuevo los 90'-. Emperador en el régimen de los violines, ayer disputó los últimos 28 minutos. Campeón del mundo y bicampeón de la Eurocopa con la Roja, no pudo ocultar su emoción en el césped del Olímpico de Berlín.

Tuvo que congelar las embestidas de la Juve tras entrar por Iniesta. Un movimiento táctico entre mitos. Los dos mejores embajadores de La Masía y del fútbol más poético se cruzaron por última vez. A Qatar con una vitrina de oro. Adiós al arquitecto fantástico. Un procesador único. Ocho Ligas, tres Copas, seis Supercopas de España, cuatro Champions, dos Supercopas de Europa y dos Mundiales de Clubes. La estela de la brújula.