El testimonio del emperador de la magia. Jonathan Viera, nombrado Mejor Jugador del pasado mes de mayo por la LFP, descarta el rol de favorito de la UD de cara a las semifinales de la promoción de ascenso ante el Real Valladolid [arranca el miércoles, desde las 19.00 horas en el José Nuevo Zorrilla]. "Favorito no hay, son partidos complicados. Te juegas toda la temporada en 180 minutos en las semifinales y luego en la final (otros 180',si no hay prórroga). Hay que estar convencidos de la buena racha que tenemos y de nuestro juego", destacó.

Además, quiere brindarle el ascenso al presidente Miguel Ángel Ramírez, que apostó por su regreso el pasado mes de diciembre tras reclutarlo como cedido del Standard de Lieja. "Está claro la gente ha tenido mucha paciencia conmigo; han esperado a que estuviese bien. Sobre todo una persona en especial que fue cuando apostó por mí cuando lo estaba pasando muy mal que fue el presidente. Siento que le debo una". Sobre su estado físico, desvela una notable mejoría. "Día a día me voy encontrando mejor, espero estar bien para el miércoles.

Si no estoy al cien por cien prefiero que juegue otro compañero y llegar lo mejor posible al miércoles".

Para Jonathan Viera, su vínculo con Araujo en ataque es una de las armas poderosas pero la clave reside en el conjunto. "El equipo llega bien, los beneficiados seremos todos. Hay que marcar, eso sería importante. El Valladolid cuenta con buenos jugadores pero primero tiene que estar bien la UD. Estar bien nosotros primeros y luego pasar a la acción. Conocemos los puntos fuertes y débiles para saber por dónde meterle mano; la clave reside en un 80% en nosotros".

El atacante está listo para afrontar el partido más importante del curso. Regresó a la UD para este tipo de contiendas. "Yo sabía cuando venía a la UD, que quizás me iban a exigir más. Saben que no juego al fútbol bajo presión; no lo concibo de esa manera y así lo he hecho toda mi vida y así lo haré. Ya no tengo 19 años; la gente me exige, es normal y cuando tenga 28 será igual o más. El día que me canse cogeré las maletas y me iré a mi casa. Subir con este equipo es lo más importante que podría conseguir en mi carrera. Por lo menos a día de hoy y será una alegría muy grande. Y ojalá llegue porque ya se lo merece el club, la afición que lleva muchos años con el equipo".

Insiste que ha mejorado para hay un grupo de 25 jugadores. "Hace una semana o dos, estuve bien, me dejó muy débil la gripe (...) Hay que ir a tope, si no estoy yo estará otro. Lo que hay que hacer es conseguir el objetivo, el miércoles marcará mucho en el devenir de esta eliminatoria. Es crucial lograr marcar".

Argumenta que está en el hábitat más favorable para su tipo de juego. Rodeado de socios de caviar. "Me siento muy cómodo, he tenido otras etapas en que mis compañeros se entendían muy bien conmigo con Vitolo (anterior etapa en la UD) o Banega (en su paso por el Valencia).

Pero no tanto con tanto jugador similar a mis características en este vestuario". Destaca la confianza de Herrera en las fases críticas de la temporada. "Me ha dado mucha tranquilidad; hablaba siempre conmigo, que me iban a esperar. Soy un jugador que me gusta devolver la confianza que ponen en mí".

Sin manías ni supersticiones, Viera pide una ayuda del Todopoderoso. "Lo mejor es hacer siempre lo mismo; lo que hacemos como rutina. Aunque, una ayuda del de arriba no viene mal".