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'Una pérdida que me hizo llorar', por Segundo Almeida

'Una pérdida que me hizo llorar', por Segundo Almeida

La temporada 74-75 no había sido, como las anteriores, de las más que fructíferas del francés Pierre Sinibaldi, hasta el extremo de tener que ventilar la continuidad en Primera División ante el conjunto gallego del Celta de Vigo, que disputaba en el inolvidable Estadio Insular. Era la continuidad en la elite del fútbol español.

La UD (nuestra querida UD Las Palmas), consolidada entre los grandes desde hacía una década, salió dispuesta a a no ceder tan prestigiosa presencia en la División de Honor, consiguiendo, con los goles de Pepe juan (2) y Wolff, un más que merecido 3-1 ante el entusiasmo del repleto recinto de Ciudad Jardín, aunque un cierto sector del público no perdonó a Sinibaldi que se tuviera que llegar a la última jornada para certificar la permanencia, comportamiento que llevó al excelente entrenador francés a no continuar en el equipo amarillo.

Sin embargo, en el torneo copero la UD Las Palmas caminaba con paso firme, y después de eliminar a Tenerife, Español y Málaga, el sorteo le depara en su cuarta eliminatoria nada más y nada menos que al reciente campeón de Liga, el todopoderoso Real Madrid, que en la competición liguera le había ganado los dos partidos.

Pero un hecho totalmente inesperado iba a truncar el devenir de las inminentes fechas: la enfermedad y fatal desenlace de la figura estelar del capitán e internacional Tonono, que una semana antes de su óbito había jugado en Málaga con ocasión del encuentro copero, sobreviniéndole una extraña enfermedad que acabaría con su vida en el espacio de media docena de días.

Tonono, en estado grave, había sido ingresado en la Clínica Santa Catalina, quedando fuera de la concentración para afrontar el primer partido de la interesantísima eliminatoria frente al Real Madrid. Sus consternados compañeros se juramentan para brindar al ausente una victoria como aliento para quien ya se debatía entre la vida y la muerte, y el resultado no pudo ser más espectacular. Con el conseguido sobre el Torino, en el que había actuado el aruquense, se registra asimismo un impresionante cuatro a cero, con los goles de Fernández, Félix, Pepe Juan y Juani, que situaba a los amarillos a un paso de las semifinales.

Pero al siguiente día, el 9 de junio de 1975, sobre las siete de la tarde, se produce el sorprendente desenlace. Y cabe preguntar ¿cómo un deportista en la plenitud de la vida, puede fallecer en tan corto período de tiempo? La fatal noticia se extiende como un reguero de pólvora, y el que esto firma , que había montado guardia en la emisora ante las pesimistas informaciones que le llegaban, y roto por el dolor, sale a las antenas de la radio para, con voz entrecortada y llorando, comunicar a la audiencia de Radio Atlántico la increíble información. El audio de esta intervención obra en el archivo sonoro de Juan López.

El partido de vuelta de la Copa frente al Real Madrid lo afronta la UD Las Palmas rota, destrozada, y aunque aguanta con singular entereza, el estado anímico se va debilitando a medida que transcurre el partido y aunque se llega al descanso encajando un solo gol, los cuatro restantes fueron cayendo con la colaboración del parcial arbitraje del sevillano Sánchez Ríos.

¿DE QUÉ MURIÓ TONONO?

Han pasado cuarenta años -se cumplen precisamente hoy- de aquella tremenda noticia que conmocionó el mundo del fútbol, y como quiera que no se ofreció una información científica ni de la entidad, tanto en la actualidad como en aquellas fechas, sólo cabe recurrir a supuestos o comentarios de personas cercanas, barajándose varias hipótesis, como por ejemplo recordar aquella herida originada como consecuencia del impacto de una moneda lanzada desde la grada del Rodríguez López en el partido de Copa y que tardó mucho tiempo en cicatrizar.

También se habló de un hongo, o de una infección en la sangre que le produjo una septicemia. E incluso se llegó a decir que se le hizo una transfusión de sangre equivocando el grupo sanguíneo. Lo que sí es cierto es que no se le realizó la autopsia que hubiese revelado el verdadero motivo de su muerte, al parecer atendiendo a deseo familiar.

EL MADRID LO QUISO FICHAR. La vida de Tonono está jalonada de otras muchas anécdotas. Y ésta la vivió quien suscribe en primera persona. La víspera del primer partido de Liga de la temporada 73-74, el Real Madrid, con problemas en el centro de la cobertura, quiso hacerse con los servicios del extraordinario central, considerado como uno de los mejores de Europa.

Al efecto, y por la premura de fechas, se desplazó a nuestra Isla el secretario general del equipo madridista, don Agustín Domínguez, hospedándose en el hotel Iberia. Ese día, y como hacía cotidianamente, acudí al Estadio Insular y, al término del entrenamiento, cuando Tonono se dirigía a la ducha, le abordo para pedirle unas palabras con vistas al comienzo inminente de la nueva compeetición de Liga.

Tonono, seco y tajante, me dice: "Yo mañana no juego". Le digo: "Es necesario que acudas al programa esta noche para que expliques esta tremenda aseveración". "Allí estaré", me responde. "Ven un poco antes del comienzo, para que me adelantes algo y saber cómo me conduzco", le digo a su vez.

El capitán amarillo llega con el tiempo justo y a punto de iniciarse el programa, le hago una indicación y le pido que me adelante algo, a lo que me responde: "Ya lo hablamos en directo". Intuyo que algo había cambiado y adopto la prudencia precisa en evitación de un diálogo que iba a tener nada que ver con lo que habíamos hablado por la mañana.

Por supuesto que la entrevista gira en torno al comienzo del campeonato porque deduzco que aquella sentencia suya de "Yo no juego mañana", ya no tendría ningún sentido, y que algo habría ocurrido en el transcurso del día.

Tonono se despide y quería marcharse a toda prisa, toda vez que su señora le esperaba en el coche. Le digo que me aguarde un momento, que me debe una explicación, que me ofrece diciéndome que había estado en el club y que le convencieron para que no dejara al equipo de su vida.

El secretario general de la entidad amarilla tuvo mucho que ver en que Tonono no fuese al club blanco de la capital y el sr. Domínguez tuvo que regresar a Madrid sin el gran central amarillo.

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