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UD Las Palmas Tonono: 40o aniversario del adiós a un ídolo

En memoria de un inmortal

El Nuevo Teatro Viejo de Arucas se rinde a la figura del central cuatro décadas después de su adiós en la presentación del libro 'Tonono, un líbero de leyenda', de José Hernández

"Cuando nos reunimos y contamos anécdotas, tanto Guedes como Tonono parece que están entre nosotros". Tras pronunciar esas palabras, Germán Dévora, presidente de honor de la UD Las Palmas e integrante de la mejor época del club, no pudo contener las lágrimas al recordar a sus dos compañeros y amigos fallecidos de forma prematura. En ese momento, el Nuevo Teatro Viejo de Arucas reventó con un aplauso que permitió que El Maestro pudiera seguir hablando. "Eso es lo que queríamos hacer, seguir recordándolos", concluyó Germán Dévora. Un deseo que ayer, 40 años después de su muerte, se cumplió en su ciudad, Arucas. El motivo, la presentación del libro Tonono, un líbero de leyenda, una obra de José Hernández, periodista y Redactor Jefe de LA PROVINCIA durante varios años.

Antes del comienzo del acto, las colas en la puerta del salón auguraban que se iba a vivir algo grande unos minutos más tarde. Algún nostálgico se acercaba a los numerosos exfutbolistas que acudieron hasta Arucas para rememorar la figura de Tonono. Paco Castellano, Germán, Carnevali, León, Gerardo Miranda, Juani, Teodoro Fernández, Pedro Verde, Aparicio, Noly, Páez, Oregui, Ulacia, Martín Marrero, Bosmediano, Félix o Roque esperaban en la puerta del teatro.

Algunos de ellos fueron protagonistas en la primera parte de la presentación del libro. Antonio Betancor, maestro de ceremonias, dio paso a un vídeo introductorio -que también se vende junto al libro- para romper el hielo. Imágenes donde se mezclan las vivencias de los compañeros con el mítico central con acciones de juego del excelso futbolista de Arucas. Antonio Suárez, presidente de la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas; José Arencibia, presidente del Arucas CF; Pedro Marco Bustamante, exsecretario técnico del Sevilla; Germán Dévora, presidente de honor de la UD Las Palmas y los exfutbolistas Enrique Lora y Paco Gallego subieron a las tablas. "Villar [presidente de la Real Federación Española de Fútbol] me ha transmitido su solidaridad con este evento. Yo no compartí muchas cosas con él, pero iba al fútbol y disfrutaba", señalaba Suárez.

José Arencibia, presidente del Arucas CF, tomó el testigo en el micrófono. "La vida de Tonono acabó hace 40 años. Todos los pequeños del Arucas saben que pueden convertirse en Tonono porque es nuestro ideal de futbolista y de persona", comentaba.

Pedro Marco Bustamante dejó uno de los momentos más divertidos de la noche. Con un desparpajo total, el exdirectivo del Sevilla contó una de las anécdotas que tuvo con Tonono. "Habíamos descendido y él estaba casualmente por allí. Apareció en la sala de prensa en el Pizjuán y me quitó de la solapa un escudo del Sevilla. Fue a sala de prensa y dijo que, como capitán de la UD, iba a lucir ese escudo toda la temporada hasta que volviera a subir el Sevilla. ¿Cómo no lo vamos a querer?", indicaba Pedro Marco Bustamante.

Los aplausos dieron paso al hombre que aceptó el reto de escribir sobre Tonono, José Hernández. "Ha sido una gran responsabilidad explicar toda la vida de un hombre y un futbolista como Tonono", explicaba el autor del libro. Sin alargues, dio paso a los agradecimientos de empresas y personalidades que han estado detrás de este proyecto. También explicó que por decisión familiar, todos los beneficios del libro irán destinados a la obra social de San Juan de Dios. Rafael Méndez, presidente del consejo de adimintración de Destilerías Arehucas -editora del libro- y miembro del consejo de administración de la UD Las Palmas; y el alcalde -en funciones- de Arucas, Ángel Víctor Torres, fueron los últimos en tomar la palabra antes de que llegara el momento con más carga emotiva de la noche.

La insignia de oro y brillantes, la más alta distinción de la entidad de Pío XII, era el final de un acto redondo. Germán Dévora se levantó recogió la caja y se agachó. El emblema no fue a parar al pecho de Tonono sino a las manos de su nieta, Elena. Su viuda, Maria Ferrera, y sus hijos Toni y Carolina, que llevan en el rostro un calco de El Omega, no perdían la sonrisa. El récord de decibelios de la noche se volvió a batir.

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