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Entrevista. Jugador internacional

Alexis Valido: "El linfoma que sufro no acabará conmigo; sepan que de esto se sale"

"En otra época sentí la soledad del deportista, pero ahora me siento muy arropado", señala el ilustre veterano

Alexis hace un gesto de optimismo en una imagen reciente. LP/DLP

Dejar el voleibol de esta forma es algo totalmente inesperado...

Sí, y más aún tras rendir a un nivel alto el pasado año. Incluso me planteé irme a jugar la próxima campaña en un equipo de fuera para mejorar mi condición económica, pero ya está descartado. Me entristece dejar la cancha, aunque una persona muy importante en mi vida como Paco Sánchez Jover (presidente y entrenador del CV 7 Islas Vecindario) quiere que dispute un partido oficial de despedida, algo que me gustaría.

Se va del CV 7 Islas Vecindario con una espina clavada?

Así es, porque le prometí a Paco que no me retiraría hasta ganar un título y no podré cumplir mi promesa. El me repescó para el voleibol después de estar retirado unos años y sentí la soledad del deportista, algo que es muy duro. Ahora, por suerte, tengo un empleo y unos compañeros de trabajo que me arropan muchísimo, al igual que otros del mundo del voleibol.

Tras tantos años, ¿qué recuerdo deportivo se le viene a la mente?

El primero es la Olimpiada de Sidney 2000. Me acuerdo de la ceremonia de apertura, con todo el público animando a los deportistas, y aún se me ponen los pelos de punta. También destacaría la amistad y los buenos momentos vividos con los compañeros durante estos años.

¿Qué le ha aportado Alexis Valido al voleibol y viceversa?

Le he aportado carácter, porque siempre he sido muy competitivo y he jugado con todo mi corazón, y el voleibol me ha dado lo que soy a día de hoy: ambición, deportividad, compañerismo?

Podría deducirse de su fructífera carrera que vivirá de las rentas?

Desgraciadamente no, porque estoy en una situación económica muy complicada. Por fortuna, encontré un empleo en la estación Shell de Juan Grande, pero mi futuro económico es incierto, por hipotecas y demás. En voleibol no se gana tanto dinero, y la crisis nos ha afectado a todos.

Cuando se le detectó su enfermedad, no quiso hacerlo público?

Sí, porque el diagnóstico es duro. Sé que la enfermedad no terminará conmigo y que, por supuesto, podré con ella, pero quería llevar el tema en la intimidad familiar. Ahora he decidido revelarlo, por si puedo ayudar a alguien que esté en mi situación. La gente debe saber que de esto se sale y que no es el fin del mundo.

¿Cómo y cuándo le diagnostican esa enfermedad?

En mayo orinaba sangre y estuve ingresado dos semanas en el hospital Insular, donde me detectaron un fallo renal. Más tarde descubrieron unos pequeños nódulos inflamados detrás de los riñones y, tras realizarme una biopsia en uno de ellos, comprobaron que tengo un linfoma (denominado no Hodgkin folicular) que no es curable, aunque sí desaparecerá con el tratamiento de quimioterapia que sigo. Dentro de unos cinco o seis años volverá a salir, pero gracias al tratamiento desaparecerá nuevamente.

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