Después de la tempestad viene la calma. Pero en la Federación Insular de Baloncesto de Gran Canaria, la tempestad amenaza con volver. Tras el asentamiento del proyecto de dirección de Francisco Macías que le llevó a vencer en las últimas elecciones a la presidencia y que creó confrontaciones con diversas partes internas del anterior mandato, una acción personal del propio Macías ha provocado el malestar en miembros de la Junta Directiva de la actual Asamblea de la Federación. La destitución en el día de ayer del director técnico arbitral, Francisco Arias Medina, se efectuó por parte del Presidente, que en una decisión propia, sin consultar la opinión de la Asamblea , hizo efectiva su determinación.
El pasado 13 de diciembre de 2014, Francisco Macías fue nombrado presidente de la Federación Insular de Baloncesto de Gran Canaria al imponerse al proyecto contrario de Pedro Bello. La plataforma con la que contó Macías fue con el apoyo de buena parte de clubes de base y con el de la Asociación de Veteranos del Baloncesto.
Ahora, tras la última decisión tomada por el propio directivo de cesar del cargo de director técnico del comité de arbitros a Francisco Arias Medina, en favor del nuevo nombramiento de Marcos Silva González, la plancha de apoyo que anteriormente le ayudó a acceder a la presidencia se ha vuelto en contra de él, por no haber contado con la opinión de estos y haber efectuado la destitución de manera personal.
Malestar general
Desde el colectivo de clubes y la asociación de veteranos se transmite la disconformidad de la decisión del presidente. Pedro Cazorla, miembro de la Asamblea Insular por el colectivo de clubes y que además desempeña el cargo de vicepresidente de la Federación Canaria de Baloncesto, muestra el desazón que consecuencia la libre decisión del presidente. "Los clubes no están en absoluto de acuerdo con el cese del director arbitral. Me consta también que de forma unánime el resto de la Junta Directiva tampoco está de acuerdo con la decisión unilateral de la destitución de Fran Arias", afirmó Cazorla.
Los circulos internos del baloncesto insular hablan sobre una posible moción de censura hacia el presidente después de la decisión de ayer. Pedro Cazorla actuó como nexo del sentimiento contrariado por parte de la familia baloncestística tras la noticia de ayer: "Espero que si pueda haber algo -en referencia a la posible moción-. No es entendible este acto, ya que absolutamente nadie del resto de la Junta está de acuerdo", subrayó.
Y es que cuando todo parecía amainar, se ha creado este desencuentro: "Todos los días estamos con un problema. Este tipo de circunstancias son las que realmente sorprenden. Cuando parecía que el tema estaba calmado en el colectivo de árbitros, ahora se vuelve otra vez a crear un problema", añadió Cazorla.
Conciencia tranquila
La destitución del cargo de Director Técnico es argumentada por parte de Francisco Macías, quien afirma haberlo hecho "por el bien del baloncesto canario".
Francisco Arias fue nombrado para su gestión por el propio presidente tras haber destituido al anterior encargado, Juan Carlos Arteaga. Arias procedía del trabajo de base de baloncesto y de la noche a la mañana se encontró con esta responsabilidad. Al igual que Macías le proclamó en su día, ayer le destituyó. Algo que defendió el presidente como "una decisión personal y asumo todas las consecuencias". Y añadió que "es una persona que ha ninguneado el baloncesto e incluso ha faltado al respeto a mi persona".
Cuestionado sobre si teme una posible moción de censura, Francisco Macías fue tajante: "No tengo miedo", citó.
El futuro cuelga del aro...
