¿Qué ha cambiado en el Gran Canaria en estos tres años?
Lo que más ha cambiado es que se han logrado metas que se nos habían escapado durante muchos años, como pasar de ronda en los Playoffs y en Copa y llegar a la final de la Eurocup. Ahora el trabajo es seguir mejorando y seguir haciendo el club más grande.
Y además más de 8.000 abonados, un canterano camino de la NBA y el Gran Canaria Arena, entre otras cosas. ¿Se ha encontrado con muchas diferencias?
En cierta manera sí, fundamentalmente por esa evolución, por ese crecimiento que se plantea cualquier club. Pero a la vez no me coge por sorpresa porque siempre he mantenido los lazos con el club aunque estuviese fuera. Me alegro mucho de volver y ayudar a colaborar con ese crecimiento.
Ahora ha habido cambio de junta directiva y de presidente, ¿influye en la plantilla?
No, no influye para nada. Lo bueno es que la parte business ha seguido funcionando independientemente de los cambios que ha habido arriba. Primero doy las gracias a Joaquín Costa por todo lo que ha hecho estos años y doy la bienvenida al señor Betancor, le digo que aquí estoy a su disposición.
¿Están siendo los primeros días como esperaba?
Sí. Venía con bastantes referencias del entrenador y de los jugadores así que ya más o menos conocía un poco de todo. La adaptación está yendo muy bien.
¿Por qué volvió?
Porque es el Gran Canaria y no hay otra razón que haga falta para explicarlo. Es el club de mi vida y cuando se presentó la oportunidad de volver es difícil rechazarlo aunque, como he dicho muchas veces, estaba muy cómodo en la Penya, se me ha tratado muy bien, estaba más que asentado y muy a gusto. Era difícil dejarles, pero aún más difícil decirle que no al Granca.
¿Sentía que le quedaba algo por hacer en el Gran Canaria?
No. Quizás tenía ganas de compartir algunos de estos éxitos que se han tenido estos años vistiendo la camiseta del Granca. Las he vivido como un aficionado más y ahora tengo la oportunidad de escribir alguna de estas bonitas páginas aportando en la cancha.
Cuando se fue del club, ¿pensó que volvería?
Tenía la esperanza de volver en algún momento y eso también me servía como motivación. Sabía que para volver tenía que jugar muy bien y entrenar muy bien para que tuvieran interés en ficharme. Ha sido el caso y me alegro muchísimo.
¿Y cuando recibió esas ovaciones esta temporada en el Gran Canaria Arena, sobre todo la de Copa del Rey que le hizo llorar, pensaba que volvería?
Más que pensarlo yo, todo el mundo me pedía que volviera, me preguntaba que por qué me había ido, que éste era mi sitio, desde la afición hasta mi propia familia. En aquel momento lógicamente estaba muy centrado en el Joventut, pero cuando acabó la temporada y se dio la situación pues obviamente la decisión era que iba a volver.
¿Esa fue la última vez que lloró? ¿Qué significó?
Pues, ahora que lo mencionas, sí. Quizás debería llorar un poco más. Fue una mezcla de emociones, tanto por haber logrado una meta perseguida mucho tiempo como lograrlo dando mucha tristeza a la gente que más me ha empujado en mi carrera.
¿Cuál es su mejor recuerdo del Gran Canaria en esos ocho años?
Prefiero pensar que mi mejor recuerdo está por llegar. Tengo un montón de buenos recuerdos, sería muy difícil destacar uno. Me quedo sobre todo con los compañeros que he tenido aquí.
¿El Centro Insular de Deportes o el Gran Canaria Arena?
Todavía no he jugado como local en el Arena así que por ahora me quedo con el Centro Insular. Pero espero que me hagan cambiar de opinión animando a tope y con un ambiente increíble.
¿Pedro Martínez o Salva Maldonado?
Esto es como elegir entre tu padre y tu madre. Son los dos entrenadores que más he tenido a lo largo de mi carrera, los dos me han dado la oportunidad cuando otros no, los dos me han ayudado y me han enseñado muchísimo. No podría quedarme solo con uno.
Ahora se encuentra con el 'profesor' Aíto. ¿Le queda algo por aprender como jugador de baloncesto a su edad?
Me queda muchísimo por aprender. Ya solo en una semana aquí he aprendido cosas de él, así que imagina lo que me queda durante el resto de la temporada.
Es un fichaje, pero a la vez es el jugador más veterano del club. ¿Cómo es esa sensación?
Es raro y es fuente de muchas bromas. A ver si me toca hacer cosas de rookie por ser mi primera temporada o ya directamente ser capitán por el tiempo que llevo.
¿Los compañeros le tratan como a uno más o como a alguien diferente, un líder?
En el trato diario al final somos todos jugadores, somos todos compañeros, nos ayudamos mucho y espero que me sigan tratando como uno más.
Si Eulis Báez y Brad Newley le ofrecieran la etiqueta de capitán, ¿lo aceptaría?
Es un tema que vota el equipo en general. Ahora con la marcha de Tomás hay un hueco y todo el mundo me ha metido ahí sin preguntar. Pero eso es una cosa que hay que votar entre los jugadores.
¿Cuánto lamentó la marcha de Tomás Bellas?
Mucho. La verdad que me encantaría estar aquí con él, no voy a mentir. Pero es lo que ha tocado y solo me queda desearle lo mejor como compañero y como amigo.
El mejor año del Granca con usted es un quinto puesto. ¿Hay plantilla para superarlo?
Eso depende de lo que se haga en la cancha. En todos los clubes ha habido grandes plantillas que han fracasado y plantillas mucho más modestas que han logrado grandes éxitos.
¿Se queda con la espina clavada de no compartir vestuario con Tavares?
Sí. Me hubiera gustado bastante porque le tengo mucho cariño y le podía haber enseñado mucho pero al final no es el caso y hay muchos compañeros a los que puedo enseñar cosas.
¿Cuántos años nos quedan por disfrutarle dentro de la cancha de baloncesto?
No lo sé, así que pido a todos los aficionados que se abonen, que todo el mundo venga este año porque el show podría cerrar en diez meses.
