La selección española perdió en el partido inaugural del Europeo 2015, ante Serbia, tras quedarse sin recursos ofensivos cuando los balcánicos sacaron a relucir su genio de la mano de Teodosic y Nemanja Bjelica. Los de Scariolo comenzaron bien, muy bien, en defensa y mal, muy mal, en ataque. Tardaron cinco minutos en estrenar su marcador, tras una gran penetración de Rudy que culminó con el tiro libre adicional por la falta sufrida.

Los lanzamientos no quisieron entrar y el equipo español sobrevivió gracias al hambre, a las ganas de su defensa, plena de ayudas, de intensidad y de anticipación. Sergio Llull primero y Pau Ribas más tarde e encargaron de intentar secar a Milos Teodosic, el más imprevisible de los bases europeos, con permiso de Sergio Rodríguez. Con Pau Gasol inmenso en defensa pero romo en la ofensiva, lo mismo que Nikola Mirotic, tuvo que ser el capitán, Felipe Reyes, el que saliera al rescate para la primera ventaja: 9-7 (7').

Sergio Scariolo gestionó los los primeros 20 minutos como una auténtica partida de ajedrez, dando descanso a sus pesos pesados a la menor oportunidad, sabedor de que tanto el partido como el campeonato son muy largos y de que necesitará ahorrar el máximo de fuerzas posibles.

Rudy Fernández llevó a sus compañeros a la victoria en primer cuarto por 21-11, desarbolando a un equipo serbio en el que su técnico, Sasha Djordjevic, tuvo que recurrir a la técnica muy pronto para intentar parar el aluvión de juego y canastas que se le vino encima.

En el segundo cuarto, la situación dio un vuelco tras la primera canasta española, porque Serbia reaccionó y pese a que los triples no quisieron entrar supieron adaptarse mejor a las situaciones extremas a las que les obligó la defensa española. Serbia se fue acercando gradualmente en el marcador hasta que igualó a 34.

Scariolo recompuso el quinteto inicial y el planteamiento en la continuación, con Gasol y Mirotic. Esperando que su inmensa calidad comenzara a producir réditos en forma de puntos y no sólo de rebotes o tapones. Pero Serbia desató sus habilidades y comenzó a meter canastas de todos los colores, mientras que los jugadores españoles se desesperaban ante su falta de acierto. En poco más de cuatro minutos, un 6-15, para el 49-60 (29') pintó de negro el panorama del equipo español. España se quedó sin argumentos en su primera crisis en pista, más allá de la defensa, que poco a poco fue perdiendo efectividad y el tercer cuarto finalizó con un preocupante 52-62.

España comenzó a remar con Mirotic a los mandos de la situación pero los fallos en ataque y las genialidades de Teodosic lastraron la nave española, en la que poco a poco Scariolo fue introduciendo a los remeros titulares. España cargó el juego con Gasol y los tiros libres fueron estrechando el marcador: 66-69, 68-69 y 70-71. Pero Bjelica se inventó un triple que cayó del cielo y Bogdanovic remató la faena con otro mortal de necesidad. España luchó pero no tuvo armas suficientes para conseguir la victoria.