El alero del Herbalife Gran Canaria Oriol Paulí ve el vaso medio lleno tras la derrota contra el MHP Riesen Ludwigsburg. "Sí que es verdad que nos vamos con sabor agridulce porque siempre queremos ganar, pero este tipo de partidos nos vienen bien también para mejorar", apuntó el jugador gerundés del Granca.

Paulí se echó el peso del equipo claretiano a sus espaldas en el tercer cuarto, ayer en el MHP Arena, y con sus 9 puntos, 3 rebotes,3 triples y 4 asistencias, fue de nuevo uno de los revulsivos en la remontada amarilla, que no fructificó en la prórroga. "Estaba con confianza y me entró el primer triple y todo fue ya rodado. Siempre que pueda aportar y que eso sirva para que el equipo vaya a mejor, para mí me hace el doble de contento. Me ha fastidiado no ganar el partido, porque eso me pondría aún más contento y celebrarlo más. Creo que debemos estar contentos de la segunda mitad que ha hecho el equipo", comentó el jugador de 21 años.

El Herbalife Gran Canaria encajó ayer su segunda derrota a domicilio en Eurocup. Da la casualidad de que la primera ocurrió también contra un conjunto alemán, el Alba Berlín, el pasado 4 de noviembre, por 84-71. "Creo que es un partido del que podemos aprender muchas cosas y sacar cosas positivas, sobre todo de la segunda mitad. Ha habido dos caras en el partido; una primera en la que ellos han puesto más intensidad que nosotros y en la segunda nosotros hemos dado un paso adelante en ese aspecto y hemos igualado el partido", analizó Paulí.

El dorsal 21 del cuadro isleño ya piensa en el próximo reto, contra el líder invicto de la Liga Endesa: el Valencia Basket, este domingo en la capital del Turia. "Tenemos que centrarnos en nuestras cosas, ver qué hemos bien y mal y no pensar en el cansancio. Tenemos tiempo para descansar y preparar bien el partido de Valencia. Es un reto muy bonito para nosotros porque ellos no han perdido ningún partido en las dos competiciones, nos vamos a exigir muchísimo", indicó Paulí.