No lo dijo, pero Florentino Pérez podría haber echado mano de una de sus coletillas para presentar a Zinedine Zidane: nacido para entrenar al Real Madrid. Desde su regreso al club en el que culminó su carrera futbolística, en 2011, el francés (Marsella, 23 de junio de 1972) de ascendencia argelina parecía destinado a sentarse en el banquillo del primer equipo. Tras varios amagos y algún que otro malentendido, ayer llegó ese momento, uno de los más turbulentos en la historia reciente del club.

"Sí, yo habría aceptado suceder a Ancelotti. Soy un profesional y jamás renunciaría a un desafío". Estas declaraciones de Zidane a France Football el pasado mes de junio, pocos días después de la llegada de Rafa Benítez, fue el último capítulo de una historia de dimes y diretes que empezó en 2011, cuando José Mourinho le propuso para sustituir a Jorge Valdano como director deportivo. A la hora de la verdad, con Mourinho controlando la política de fichajes, Zidane se limitó a ejercer de enlace entre Florentino Pérez, el entrenador y la plantilla hasta el verano de 2013, cuando Ancelotti sustituyó a Mourinho.

Antes de decantarse por el técnico italiano, Florentino Pérez desveló que "yo no creía que a Zidane le gustaría ser entrenador, pero en estos años ha decidido serlo. Es mánager deportivo y me gustaría que una persona como él, con esta categoría y estos conocimientos, algún día sea entrenador".

Por ahí se entiende la inclusión de Zidane en el equipo de trabajo de Ancelotti, que llegó con un hombre de confianza, Paul Clement, como ayudante de campo.

El experimento funcionó, más allá de los dos títulos (Copa y Liga de Campeones) porque Ancelotti y Zidane congeniaron y los jugadores se sintieron a gusto a sus órdenes. Además, como destacó el técnico italiano, Zidane le ayudó en algunos aspectos muy importantes: "Hace un trabajo individualizado con varios jugadores. Se ocupa de los que necesitan mejorar la técnica. Con Varane ha estado haciendo ejercicios para pulir el cambio de orientación y con Jesé ha practicado las voleas".

El desarrollo de esa temporada convenció a Florentino Pérez de que Zidane era el hombre adecuado para sustituir a Ancelotti cuando decidió destituirlo al final de la campaña 2014-15, en la que el Real Madrid se quedó en blanco. Pero el presidente se dejó aconsejar por su director general corporativo, José Ángel Sánchez, amigo de Rafa Benítez y principal artífice del regreso del madrileño el pasado verano al club en el que inició su carrera de entrenador.

Zidane, como reflejan claramente sus confesiones a France Football, se sintió decepcionado, pero continuó su trabajo para devolver al filial a Segunda División.

En las últimas semanas, especialmente desde el 0-4 del Barça en el Bernabéu, se había especulado con su ascenso al primer equipo, tras descartar la opción de José Mourinho.

Hasta que ayer recibió la llamada de Florentino Pérez, el presi como le llamó cariñosamente en la presentación, para que asuma el reto de devolver al Real Madrid a la senda de la victoria. Ni siquiera se conoce de cuánto tiempo dispondrá, ya que el club no ha comunicado oficialmente la duración de su contrato. Así que ayer disfrutó su momento junto a toda su familia, que le arropó en el día más esperado por el francés.