El Pizjuán, un escenario para el terror. El Sevilla, con su octava victoria consecutiva en su estadio, en esta ocasión (2-0) ante un rival directo como el Athletic, acrecienta sus opciones de estar en puestos europeos a la conclusión de la primera vuelta, mientras que el equipo vasco pierde una oportunidad de consolidación. El conjunto visitante luchó desde el inicio pero no tuvo en momentos puntuales la fortuna ni el acierto en el remate, todo lo contrario que los locales, quienes aprovecharon las suyas, la segunda con un penalti más que discutible.

Emery hizo pocas rotaciones en relación al equipo que utilizó en el Villamarín en Copa ante el Betis (0-2), pues solo Immobile dejó su sitio a Gameiro y la sustitución del sancionado Rami por Carriço.

La efectividad hispalense fue máxima pese a todo, ya que a los 24 minutos una triangulación entre Cristóforo y Vitolo acabó con una definición poderosa de Gameiro. En la segunda parte, volvió a llevar la iniciativa el Athletic pero sin fe. Llegó el 2-0 del Sevilla por un penalti muy protestado tras caer Krychowiak. La nota gris, la lesión de Raúl García, con un esguince en la rodilla, vio cómo se le doblaba la articulación tras un choque fortuito con Vitolo.