Un gol agónico del defensa uruguayo Emiliano Velázquez salvó el cuello a su entrenador, Fran Escribá, y dio un punto al Getafe frente al Sevilla, incapaz de ganar a domicilio esta temporada tras sumar un empate (1-1) en el Coliseum Alfonso Pérez.

La cabeza de Escribá pendía de un hilo y una derrota podría ser sinónimo de despido. El club madrileño también tenía la opción de mantener a su técnico pasara lo que pasara por su siguiente envite, ante el Barcelona en el Camp Nou, prácticamente otro partido perdido salvo milagro y muy malo para el estreno de cualquier entrenador. Y es que, encadenar siete duelos sin puntos era una losa muy pesada.