El Rally Islas Canarias-El Corte Inglés tuvo su nacimiento en el año 1977, de la mano organizativa de la Escudería Drago, por entonces la entidad deportiva más activa y precursora del regreso de la actividad automovilista en Gran Canaria en 1972. El patrocinio de El Corte Inglés fue el eslabón que catapultó a la prueba al ámbito nacional y europeo.

La primera edición se celebró el 5 de noviembre de 1977 y fue patrocinada por los grandes almacenes El Corte Inglés, patrocinador que se ha mantenido fiel hasta nuestros días, en la que celebra este año la 40ª edición. La prueba se creó por el interés mostrado por el patrocinador principal en apoyar un evento deportivo de masas en Gran Canaria, coincidiendo con la inauguración de su primer centro comercial en Las Palmas de Gran Canaria.

Tras una encuesta realizada a la sociedad capitalina, ésta mostró un alto índice de valoración y predilección hacia el deporte del automovilismo. Fue entonces cuando los dirigentes de los grandes almacenes iniciaron los contactos para crear un rally que llevara su nombre y, así, promocionar la apertura de una forma llamativa y que transcendiera hacia el público.

Medardo Pérez y Juan José Alonso Prieto, la pareja que por aquellos años eran los que arrastraban una gran mayoría de aficionados, tienen el privilegio de haber sido los primeros ganadores a los mandos de un efectivo BMW 2002 Alpina, tras vencer al teldense Manuel Rodríguez el Vaquero (q.e.p.d.), copilotado por Pedro Amador con un Ford Escort MKI de grupo 4. Esta primera edición contó con una participación de 67 equipos, de los que acabaron la carrera sólo 42. Fue una edición netamente local, que también contó con la participación del joven José María Ponce acompañado de Emilio Macías, con un Toyota Levin, que culminaron octavos de la general.

Se da la anécdota de que la lista de inscritos contaba con la presencia de la primera mujer al volante de un Simca Rally 2, pilotado por la tinerfeña Hortensia Hernández y copilotado por Álvaro Pérez.

En plena juventud con la celebración de su segunda edición (14-15 de diciembre 1978), ya toma la denominación de internacional con la presencia del vasco-francés Marc Etchebers-José R. Amorena con un espectacular Porsche 911 3.0, el alemán Werner Schweizer y Ostmann con Opel Kadett GTE y Rouselly-Renault con Ford Escort RS 1.800. Pilotos que serían asiduos en los años sucesivos. Etchebers fue el dominador en un mano a mano con Medardo, pero un error en un control con una fuerte penalización del vasco-francés dejaba el camino libre para la segunda victoria del piloto grancanario.

El rally iba tomando forma y con el buen hacer organizativo y tomando el testigo del Rally de Maspalomas, iniciaba su etapa dentro del Campeonato de España con puntuabilidad de coeficiente 2 en su tercera edición disputada el 29-30 de septiembre de 1979. Los tres primeros años tuvieron diferentes puntos de salida como la Fuente Luminosa y Feria del Atlántico. Etchebers se tomaba la revancha con Medardo y le ganaba la partida. El vasco-francés repetía con Porsche y el grancanario participaba con un BMW 320, marca a la que era fiel y que luego contaría con el apoyo del concesionario Sauermann.

Orlando Alonso hacía debutar el VW Golf grupo 2, que luego sería el histórico 100-J, que perdura en la actualidad tras su restauración. El evento contó con pilotos afamados de la época como Carlos A. Lamberti (Fiat Abarth 124 Rally), Diego Suárez (Honda Civic de grupo 2), José María Ponce, que se hacía acompañar de su esposa, María Isabel Fernández, con un BMW 2002.

La entrada de la etapa de los años 80 fue la del salto definitivo hacia un evento de realce internacional y que marcó toda una época con la salida desde la avenida Mesa y López, sede de los grandes almacenes El Corte Inglés. Los aficionados se agolpaban en gran número a lo largo de la calle ofreciendo un espectacular colorido que para los participantes era una inyección de moral de cara a afrontar los casi mil kilómetros de recorrido y tres jornadas que arrancaban el viernes y terminaban el domingo en horas del mediodía. La noche era toda una vivencia inolvidable para los seguidores.

El rally se va consolidando en los siguientes años y su categoría cada vez es más relevante. Llega la época de la numerosa participación nacional e internacional con numerosos Porsches que tenían a los mandos a pilotos como Beni Fernández, los hermanos Villar, el finlandés Pentti Airikkala con el Ford Escort RS 1800 del equipo oficial Team Rothmans y compañero de Ari Vatanen que había estado presente el año anterior en el Rally de Maspalomas. Esta edición ya contaba con coeficiente 5 en el Campeonato de España y categoría internacional.

Beni Fernández se alzaba con la victoria seguido de Medardo Pérez, que continuaba con JJ. Alonso, pero ahora con un BMW 323i. Jorge de Bagration (q.e.p.d.), acudía con uno de los coches más esperados en Canarias, el deportivo Lancia Stratos. El que fuera aspirante al trono de Georgia, se presentaba en las islas apoyado en muletas al estar convaleciente de su grave accidente sufrido en el Criterium de La Rioja, al caer por un desnivel de más de 100 metros.

Manuel Acosta, piloto oficial de Toyota Canarias, participaba con un Toyota Célica GT, al que luego le seguiría otros modelos de la marca japonesa. Acosta fue de los fijos a la prueba y que, hoy sigue activo con más de 40 años en su haber de ininterrumpidas participaciones en diferentes certámenes como rallies, montaña y circuitos.

La entrada en el Campeonato de Europa de Rallies se produce en el año 1982, celebrada la VI edición el 1-3 de octubre con coeficiente 1 para el europeo y 6 para el campeonato nacional. La victoria fue para el piloto oficial de Renault España, Genito Ortiz, militar de profesión, que lograba doblegar al primer campeón de Europa español, Antonio Zanini, con Talbot Sunbeam Lotus. El primer canario clasificado fue Orlando Alonso-Pedro Díaz (VW Golf GTI grupo 2), en la octava posición. Arrancaba la hegemonía de victorias de los pilotos oficiales de marcas nacionales y pilotos extranjeros con los que los pilotos locales no podían luchar. Genito Ortiz repetía victoria en el año 83.

Fue en el año 1984, en la VIII edición del Rally El Corte Inglés, con puntuabilidad 1 para el europeo y 7 en el campeonato de España, celebrada del 5 al 7 de octubre, cuando la prueba grancanaria marcaría un antes y un después.

La lluvia, la intensa niebla y un barrizal en los tramos de la cumbre de Gran Canaria iban a tener un solo nombre que dejaría tanto a aficionados como a pilotos sorprendidos por la actuación del inglés Terry Kaby a los mandos de unos admirados Nissan 240 RS-Marlboro. Kaby voló bajo la espesa niebla de Roque Nublo-Los Marteles y en varias pasadas le arrebataba el rally a un Carlos Alonso Lamberti, que dominaba en los tramos secos del sur con su Opel Ascona 400.

El piloto grancanario no podía contener el fuerte empuje del inglés que en cada pasada le robaba casi un minuto, decantando a su favor una victoria que hasta el día de hoy permanece en las retinas de los aficionados por la emoción de una prueba que vivía sus momentos más álgidos.

José Mari Ponce-Isabel Fernández (BMW 635 CSi) acabaron en una meritoria cuarta plaza, cubriendo las espaldas al vasco-francés Marc Etchebers (Porsche 911 SC). Una de las anécdotas las protagonizaba el francés Chantriaux-Bernard con Citroën Visa Chrono, que tras una primera etapa sensacional y clasificado en las primeras posiciones, tiraba por tierra sus aspiraciones al quedarse dormido en la salida a la segunda etapa. Juan Carlos Oñoro, piloto oficial de Opel España, sufría una salida de carretera en la zona de Temisas, que a los abandonos anteriores en pruebas del nacional, le cesaban como piloto oficial de la marca.

En el año 85 comienza el dominio de Carlos Sainz, que ganaría también las ediciones del año 86 y 87 a los mandos de sendos Renault 5 Turbo Tour de Corse, Maxi Turbo y finalmente con un Ford Sierra Cosworth. Salvador Serviá acudía con uno de los coches que hoy en día siguen admirando los aficionados como es el Lancia Rally 037, con los colores del equipo Rothmans. En Canarias este espectacular vehículo en la aparición de los espectaculares grupos B, que marcaron una de la épocas más esplendorosas del automovilismo isleño, estuvieron en manos de Medardo Pérez y Manuel Rodríguez el Vaquero. El 86 fue año triste para los aficionados: se le decía adiós a los grupos B, por exigencia de las normativas.

En esos últimos años de esta primera década de vida, el rally explota a nivel europeo y ya se le conoce en los ámbitos deportivos. El francés Bruno Saby sustituía a Zanini a los mandos del Peugeot 205 T-16, al que se le hacía difícil domesticar por sus bruscas reacciones. Saby no tuvo fortuna y abandonó al igual que Terry Kaby y Santi Álvarez, que por entonces se quedaba con el material de Renault España que dejaba Sainz.

Santi tuvo en sus manos un Tour de Corse y un Maxi Turbo. José Mª Ponce estrena su flamante BMW M-3, con el que tantos éxitos cosechó y con el que ganó el Campeonato de España de 1991.