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Balonmano EHF Challenge Cup (final, ida)

El Rocasa toma Estambul

El conjunto de Las Remudas venció al Kastamonu por cuatro goles de diferencia (25-29) en la ida de la final de la Challenge Cup y roza su primer título continental

"O conquisto yo Estambul, o ella me conquistará". Es una de las frases que se le atribuyen a Mehmet II, uno de los grandes ideólogos de la caída de Constantinopla a manos del estado otomano. Un hecho que supuso, según el consenso de la mayoría de historiadores, uno de los mayores cambios en la historia de la humanidad. La entrada de los turcos en la actual Estambul se marca como el punto donde finalizó la Edad Media en Europa, ya sin Imperio romano de Oriente. Algo que ayer emuló el Rocasa Gran Canaria en esa misma ciudad.

Porque el conjunto de Las Remudas tomó Estambul al ganar al Kastamonu por cuatro tantos de diferencia (25-29) y dar un primer paso importantísimo para cambiar su historia y alzar así, por primera vez, un torneo continental. Y es que el equipo de Paco Santana, en un partido impulsado por la actitud defensiva junto al acierto de María Luján y Almudena Rodríguez en ataque, consiguieron imponer su criterio sobre la pista durante la mayor parte del choque. Todo ilustrado con las paradas de Silvia Navarro, determinantes para que el equipo de Telde pudiera tomar y administrar sus rentas.

Precisamente fue por ahí por donde el Rocasa se sostuvo en los primeros minutos del partido. Navarro empezó a repartir su magisterio de paradas. Contar con la valenciana en el partido se antojaba como algo vital para el Rocasa si quería tener opciones de llegar al segundo partido en Las Remudas con el título en juego. Hasta seis veces tuvo que probar suerte el Kastamonu para superarla.

Entre medias, el Rocasa, sin pivote de inicio, intentó hacer daño a base de su lanzamiento exterior. Ahí sobresalió el brazo zurdo de Almudena Rodríguez. Así llegaron los dos primeros goles del partido, firma de la internacional española. Buenas circulaciones exteriores que hicieron hueco para que la valsequillera sacara su mano a paseo.

Hasta seis veces tuvo que lanzar el equipo otomano para conseguir superar al equipo teldense e inaugurar su marcador (1-2). El guión no cambió demasido durante los siguientes minutos con un Rocasa apuesto y desafiante al ruido de los cerca de 2.000 espectadores turcos que reventaron a base de decibelios el Haldun Alagas Sport Complex. María Luján y Davinia López ampliaron el parcial hasta el 1-4. Todo apoyado en una defensa dura -con Alba Albaladejo adelantada- y en el salvavidas que supone tener a Navarro bajo la portería.

El Kastamonu, superior en envergadura y centímetros, se dio cuenta de que aquello no era suficiente para imponerse al juego versátil y bien rodado del Rocasa, que hilaba naturalidad entre Luján, López y Rodríguez con sus extremos. Cruces y cruces donde las de Paco Santana encontraron la manera de seguir rompiendo poco a poco el marcador hasta ampliar el parcial al 3-7, justo en la primera superioridad en pista que lograron las amarillas, gracias a un buen tanto de la dominicana Yacaira Tejeda.

Unos minutos que fueron básicos para el devenir final del partido. Osman Kalyouncu, se percató de la sangría que causaba la primera línea del Rocasa en su portería y por ahí intentó cercar el asunto. Sin embargo, tanto Rodríguez como Luján -ambas acabaron con 8 goles el partido- se mantuvieron al alza para sostener siempre al equipo en ventajas de tres y cuatro goles.

Esa diferencia alcanzó su plenitud justo al final del primer periodo, cuando otra perfecta conexión entre la primera y segunda línea del Rocasa acabó en manos de Tejeda. La dominicana, asistida por Luján, colocó el balón en el fondo de la portería turca para elevar la diferencia a los cinco goles (9-14), un colchón rentable para afrontar la segunda mitad.

Sin embargo, en la segunda parte el Remudas sufrió un pequeño atasco. Otro más de los que ha tenido que soportar durante estos días en Estambul, una de las ciudades con peor tráfico del mundo, aunque esta vez más trascendente, ya que cambiaba el asfalto por la pista. Dos tantos de la extremo turca Dorina Carbune servían para que el Kastamonu creyera y el público se levantara (11-14).

No obstante, el Rocasa, a través de las pérdidas de balón, recuperó sus sensaciones hasta alcanzar la máxima del partido con seis goles (12-18). Pero el cansancio empezó a pasar factura y la defensa mixta, con marcaje individual sobre Almudena, ahogó al Rocasa en ideas.

La defensa de Estambul que hacía el Kastamonu se recrudeció. El partido y la final se les escapaba y apretaron en su portería. Gol a gol y defensa a defensa, se soltaban. El peligro acechaba al Rocasa, que veía como Iskenderoglu y Carbune se encontraban con demasiadas facilidades. Tantas que un gol de la rumana dejó el partido en un gol (22-23).

Santana miró al banquillo y le dio minutos a Seyna Mbengue. La falta de ritmo de María González después de su lesión obligaba a la juvenil a salir a cancha para sustituir a Davinia López, exhausta por el trabajo realizado. Aunque la mano le tembló en su primer lanzamiento, en el segundo no falló. Dentro (23-26). Otro tanto seguido de la canterana elevaba la diferencia del partido que llegaba a su tramo final con el Rocasa recuperándose del golpe recibido y bajando el ánimo de los fanáticos del Kastamonu, que recorrieron más de 600 kilómetros para ver a las suyas.

La calidad de Luján y el acierto de nuevo de Tejeda tiró Estambul. Conquistada la primera capital del Imperio otomano, defender ahora los cuatro goles en Las Remudas es el último paso para que el Rocasa Gran Canaria rompa con su historia y consiga escribir su nombre en la historia del balonmano europeo.

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