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De la prejubilación al éxito

Ranieri, despedido de la selección griega tras perder con Islas Feroe, ha triunfado en Leicester con su viejo libreto y su don de gentes

De la prejubilación al éxito

En el siglo XXI los logros de Claudio Ranieri se limitan al ascenso con el Mónaco a Primera División Francesa en 2012 (el conjunto monegasco había caído a Segunda tras una de las peores crisis deportivas de su historia) y a una Supercopa de Europa con el Valencia en 2004. Eso es todo. Era un técnico descatalogado, de los que se creía que ya habían hecho todo lo que podían en el fútbol.

Su aventura con la selección griega acabó por sepultarle. No fue capaz de ganar ningún partido e incluso perdió con Islas Feroe. Ante ese panorama fue destituido y el técnico romano, a sus 64 años, se preparó para un largo periodo a la sombra, ejerciendo de comentarista. Pero recibió una llamada apresurada el pasado verano. Tras el escándalo protagonizado por los jugadores del Leicester en Tailandia el club había decidido recurrir a su experiencia. No prometía un año sencillo y el equipo británico se decidió por un tipo curtido que tendría que lidiar con un vestuario condicionado por los acontecimientos recientes.

Ranieri encontró lo que más le ha gustado en el fútbol y aquello a lo que más partido le ha sacado. Un equipo con gente trabajadora, buenos defensas, un gran medio centro como Kanté y futbolistas en ataque que puedan correr y aprovecharse de las carencias de muchas defensas británicas. Ahí fue sacando petróleo. Eso y su don para ganarse al vestuario. Las pizzas que engullían en el vestuario como premio, los días libres que abundaron al tiempo que llegaban las victorias y la disciplina máxima cuando se les pedía.

Así Ranieri ha construido este equipo y se ha ganado el respeto eterno de Leicester y del fútbol mundial. Además le caerá una buena prima. En su contrato había firmado que cobraría 138.000 libras por cada puesto que quedase por encima del puesto dieciocho. Se va a embolsar un dinero muy importante. El objetivo que le pidieron era evitar los apuros de la temporada anterior. Y él les hizo campeones.

Claudio Ranieri tendrá, finalmente, una prima de 6,4 millones de euros por el trofeo de campeón. Un título inesperado.

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